25 de enero de 2017

Cómo conocí a vuestra madre T6

Esta sexta temporada ha sido una agradable sorpresa, pues temía un devenir irregular a raíz de las dos anteriores. No es que está sea redonda, pero si que logra recuperar un alto nivel en la mayor parte de sus capítulos. De hecho se observa una interesante evolución de todos los personajes. Resaltar, en este caso, la manía circular de los guionistas, no solo en capítulos sueltos sino también exponiéndolo en el primer y último episodio de la temporada. Episodios en donde Ted rasga las etiquetas de las cervezas cuando se encuentra nervioso por alguna razón, acción emparentada a la tragedia que supone para Barney el final del verano. Un final que supone el regreso de los vestidos femeninos al armario y mostrar menos carne al ávido depredador. Esta redondez circular suele darse continuamente en episodios sueltos, como por ejemplo el uso del destornillador por parte de Barney en Legenpapi (6x19), incapaz de saber como usar tal instrumento ante la falta de un padre durante su infancia. Una opción claramente estereotipada.


Foto¡ - 20th Century Fox Television
Esta carencia sitúa al personaje de Barney en una ubicación privilegiada, al sufrir los mayores cambios en esta temporada. Por un lado debe encarar como su hermano de color descubre y conoce a su verdadero padre, matiz que se aprovecha de inicio para crear una subtrama que evoluciona a lo largo de la sexta temporada. Además aparece una chica, una noble muchacha que lograr hacer tilín en el corazón de Barney. Un suceso inédito a sumar como hilo argumental. Este experimento surge con la ayuda inicial de su expareja, Robin, quizás el único personaje que menos cambios asimile si la comparamos con el resto.

A la dupla Marshall y Lily les toca ponerse al día y abandonar por fin el carácter secundario que iban arrastrando. Tras la ruptura, el reencuentro, la boda y la hipoteca parece que llega el momento prescrito por la sociedad de aumentar el número familiar en forma de retoños. Pero la gracia consiste en alargar todo lo posible ese momento para dotarle del chascarrillo y las lógicas preocupaciones que surgen ante la inevitable responsabilidad de criar un bebé. Y por último Ted. La sexta temporada recupera al empalagoso soñador en su continua búsqueda del amor. El de las flores, la manicura y las maniobras azucaradas. En esta ocasión vuelve a cruzarse una chica en su camino, cuyo personaje posee interesantes mimbres de inicio. Estado civil casada, con la aportación estelar de Kyle MacLachlan, y encabezar una protesta ciudadana que afecta a un proyecto profesional del propio Ted, construir un rascacielos en la ciudad de los grandes bloques que se elevan hacia el cielo. 


Tilín tolón - 20th Century Fox Television
En toda comedia americana siempre hay algún episodio que incluye el drama como exponente de nuevos cambios. En Malas noticias (6x13) se coloca una extraña cuenta atrás hacia el dolor. En este capitulo aparecen diversos números estampados en cualquier sitio, y de inicio se parte del 50. Con la inestimable ayuda de las redes sociales se extiende un hecho anecdótico como un referente propio de la serie. Una muestra inteligente de sus guionistas, al colocar un simple anzuelo sin mayor importancia en la trama, pero que logra una mayor dimensión gracias a la boba repetición. Como en este caso. Volviendo al tema de las malas noticias, en ese capitulo sucede una perdida importante que afecta a los propios personajes principales. Un punto de giro que lógicamente viene acompañado de la correspondiente escena de la lagrima fácil. 

Ccavm avanza con notable gracia a lo largo de estos veinticuatro episodios. Mantiene el tono cuando echa mano de su principal seña de identidad, los consabidos saltos temporales, Un cambio de opinión (6x18) es una clara muestra. Y también en otras opciones más lineales y clásicas. Como en Historia natural (6x08), fantástico episodio que incluye un movimiento de cámara que se repite en el museo de ciencias donde se desarrolla la acción. Que se vea bien que se han gastado unos cuantos dolares más en la planificación de este capitulo. Además del recurso del susurro. Otro ejemplo del modelo redondo del guión, al apelar al efecto del cuchicheo en este capitulo, al dotarlo de una importancia dramática más allá del simple gag. 

Como conocí a vuestra madre
CBS 2010
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Ccavm T1
Ccavm T2
Ccavn T3
Ccavm T4
Ccvam T5

Ccavm T7


Ccavm T8
Ccavm T9

17 de enero de 2017

Rogue One

Normalmente mi imaginación fantaseaba que el robo de los planos de la Estrella de la Muerte se llevó a cabo gracias a alguna operación más cercana al ámbito del espionaje que a una operación militar. Acción que es llevada a cabo por un grupo de renegados de la llamada Alianza Rebelde en esta reciente película. Y nuevamente esperaba, con cierta ilusión, el nuevo filme sobre el universo Star Wars que Disney ha planeado regalarnos por Navidades. Pero antes apareció un tercer traíler que desvelaba más información de la deseada. Empezando por un nuevo caso de conflicto paterno filial. Una opción excesivamente redundante para una
Felicity Jones y Diego Luna - The Walt Disney Company
galaxia muy, muy lejana.


A bote pronto se expone que a la protagonista se la intenta utilizar por su conexión con su padre, el supuesto hacedor de la citada estación imperial en forma de satélite. Por ahí ya vamos mal, y además repercute a la posterior relación de personajes, ya que todos están subyugados a un drama familiar ajeno que les impide crecer por su cuenta; además, la continua acción de la película les rodea sin poder ejercer algún que otro punto de vista de importancia. De hecho tengo el recuerdo de que prevalecen diferentes discursitos con aires de grandeza y exposiciones excesivamente alargadas que buscan tocar alguna fibra de los espectadores. Tanta motivación recargada me parecen tan vacías y tan estériles que ni un buen actor como Mads Mikkelsen consigue hacerme creer lo que está diciendo. No se pierde gran cosa cuando la imperante verborrea invita a desconectar, hasta que la acción visual nos invita a recuperar el pulso de la película. Es más, sólo se consigue prestar mayor atención en el diálogo cuando surge una simple discusión entre los protagonistas. Algo tan básico y sencillo que debería darse con mayor sentido en un grupo que se autodenomina como rebelde. 

El más grande - The Walt Disney Company
Se ha citado bastante el carácter bélico de la película, tanto en promoción como en diversos artículos de opinión. Bajo mi perspectiva, con el matiz de diversos grupos de resistencia al Imperio y alguna que otra emboscada, apenas encuentro mayores diferencias con otras películas de la saga. En especial a la batalla final, donde vemos el mismo esquema de La amenaza fantasma y El retorno del jedi. También se incluyen referencias a clásicos del género, como Los cañones de Navarone o Doce del patíbulo. La cuota Disney emerge si la comparamos con la cinta de Robert Aldrich. En ambas, un grupo de renegados son enviados a cumplir una importante misión con claro carácter suicida. Pero en Rogue One muy pronto se aprecia ese tono edulcorado para todos los públicos, como cuando todos los protagonistas aceptan sin rechistar la misión por el bien común. En los Doce del patíbulo habita una doble moral en algunos de sus personajes, un rasgo que les lleva a cuestionar, desobedecer y hasta volverse tarumbas. si es necesario. para incrementar la dificultad de la misión. Pequeño ejemplo que eleva el nivel de la trama y la tensión de la película.

A pesar de los pesares, el filme de Gareth Edwards me parece correcta dentro de la saga, franquicia o serial. Aún estoy por decidirme donde ubicar este apéndice. Rogue One consigue cierto entretenimiento si no nos ponemos exquisitos. Obviamente también hay elementos positivos, incluidos los fuegos de artificio de los efectos especiales. En especial al mostrar el poder destructor de la Estrella de la Muerte sobre la superficie de cualquier planeta. Sinceramente apabullante la pequeña muestra de lo que es capaz de hacer semejante monstruo. También se ofrecen una serie de homenajes y de referencias a la saga que todo fan agradecerá. Incluida la presencia del gran villano: Darth Vader. Su aportación es secundaria pero gloriosa al final, tanto como la morbosa presentación de su cuerpo mutilado. Un final donde los guionistas se han esforzado por encadenar perfectamente esta película con el inicio del Episodio IV. Un pequeño encaje de bolillos que engrasa a la perfección.
AT-AT . Me encantan - The Walt Disney Company
El lado fan se impone al poder contemplar más películas sobre Star Wars, a un lado quedan apartadas las pegas sobre Rogue One y su escaso bagaje entre actores, una historia floja que sobresale por el conjunto de la saga a la que pertenece. Al final del cuento nos contentamos fácilmente ante la espera de la próxima entrega.

Rogue One. Una historia de Star Wars
Gareth Edwards, 2015
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La ristra:
La amenaza fantasma
El ataque de los clones
Las guerras Clon
La venganza de los Sith

9 de enero de 2017

Vol. 17

Veintidós han sido las entradas publicadas en 2016. Un pequeño retroceso si se compara con años anteriores. Y la causa principal ha sido el exceso de trabajo. Esa actividad profesional que ante su carencia suele liderar el listado de preocupaciones de los españoles. En mi caso particular ha sido el desproporcionado aumento de horas dedicadas a informar. Porque el pan me lo gano a la hora de operar con mi cámara y editar las imágenes filmadas, para que después se emitan en una televisión autonómica en la franja dedicada a la información de sus espectadores. Curiosamente este pasado año he cumplido una década entera en el mismo puesto de trabajo. Una seguridad que ha logrado superar las zozobras económicas que arrastra la sociedad desde 2008 hasta nuestros días. Y de paso tragarme todo el circo montado alrededor de la formación de un gobierno que ha colmado de paciencia a los trabajadores del congreso de los diputados. Sí. Los medios de comunicación somos muy pesados. Como corresponde el tener que decir algo todos los días aunque los protagonistas políticos no estén ese día en activo.


El 1 de enero arranca con nieblas
Esta es una de las causas por las que el blog ha reducido su espacio. Aunque hay otras, como las escasas visitas al monte o el abandono del mundo runner. Con tanto ajetreo, apenas pude enlazar algunas semanas seguidas de entrenamientos. El resultado, la victoria final de la desidia por calzarme unas mallas. La idea inicial es retomar esa noble costumbre pero sin fechas establecidas de antemano. No sea que finalmente añada el título de exrunner a mi currículo. 

De los pocos propósitos expuestos para el 2016, solo fallé incluir en el blog algún que otro mamotreto, es decir, un libro que podría medir el valor de sus páginas por su peso. Veremos si le doy cabida en los próximos doce meses. La celebración de los 400 años del Quijote eclipsó algo el centenario de otro grande de la literatura, don Camilo José Cela. Con retraso, tal vez incluya algo sobre el penúltimo nobel español. Otra idea es aumentar mi colección de novelas de la editorial Reno,(creo que ya acumulo más de veinte) así como alguna lectura que complemente este proyecto. 

De la escasa aportación reseñable del 2016 cabría destacar un pequeño interés por cierta época del medievo inglés. Esa en donde destacan las literaturas dedicadas al celebre bandolero de Sherwood y el refutado Ricardo con corazón de león. Incluso en la reciente lectura de La flor del norte se cita algo de esas viejas historias que han copado tres entradas en este humilde blog. En realidad es una tontería que solo satisface una leve acumulación arrastrada como una bola de nieve. Aunque como propósito no estaría mal intentar seguir esa supuesta corriente para saciar mi curiosidad. Y de paso elevar el número de publicaciones con la idea de superar la franja establecida en 2013. Para ello cuento con la colaboración de mi mascota para escaparme al monte, recuperar la senda de la ficción televisada y abarcar más cine que el pobre bagaje del año pasado. Y de ahí a las sorpresas que pueda reparar el nuevo año. No todo tiene porque estar mecanografiado con tanta antelación. Ya se verá cuántos frutos nos depara el camino.