Posiciones perdidas: Cerro de la Viña.
Turno para los restos
perdidos del ejército sublevado. La línea del frente nacional. En este caso
empiezo por el pequeño cerro de La Viña. La posición más avanzada dentro del
pinar de la Jarosa. En un principio la visita a este cerro podría ser el inicio
hacia una excursión más larga visitando el frente nacional y el republicano en
el entorno de la Jarosa, como la excursión primeriza de este apartado en el
blog. Algún día lo recorreré por completo y daré cuenta de ello. Ahora en
cambio me centro en este cerro, obviado por una de mis principales fuentes,
Senderos de Guerra, al ser una posición avanzada y en contraste con diversos
frentes republicanos ya visitados. Cerro Santo y la excursión en el paraje de
El Estepar. Quedando el antiguo poblado que hoy sumerge el embalse en
medio del frente de guerra. Tras la conquista de El Alto de El León el 1 de agosto de 1936, una ofensiva nacional avanzó posiciones hasta la entrada del mismo municipio de Guadarrama,
llevando el frente hasta el km 51 de la N-VI. En la zona conocida hoy día como
Gurugú. El frente también avanzó por la Jarosa hasta el cerro de La Viña,
manteniéndose fija ya hasta el final de la contienda.
Ladera del cerro de la Viña |
La reseña a este
lugar se inicia en el parking de los muros del embalse. Al poco de seguir la
carreterilla nos adentrarnos en el primer camino a nuestra derecha. Justo al
lado de un panel que indica una ruta sobre los restos de la guerra ya citados.
Aunque en ese panel se olviden del cerro de La Viña. Hay que subir pues por la
pista asfaltada hasta la valla que nos recuerda la prohibición del uso de
vehículos de motor en el campo. El cerro se haya a nuestra izquierda y una
trinchera nace desde la valla para ascender por la ladera. Al poco de subir, la
trinchera se va bifurcando en varias hileras que ahondan sobre el terreno. El
objetivo es rodear el cerro por la ladera y la dirección a seguir puede ser
confusa dependiendo de la trinchera que se siga. Lo lógico es continuar hasta
las diferentes aglomeraciones de rocas que van surgiendo porque incluso las
trincheras desaparecen. No importa, llegados a este punto los roquedales son
los puntos a visitar para intentar descubrir algo que merezca la pena. Poca
cosa, la verdad. En estos primeros compases solo destacan las trincheras,
algunas oquedades en el suelo y algún murete perdido.
En este punto lo
mejor es continuar por la primera pista asfaltada a mano derecha. Mientras
bajamos algo de altura a nuestra izquierda se divisan más trincheras que se
pierden hacia arriba. Sin embargo continuamos hasta un murete semienterrado,
justo antes de una curva hacia la derecha y que desciende rápidamente. Tras ese
murete hay que bajar por una leve vaguada entre dos peñascos y dejarnos guiar
por una nueva trinchera hasta casi el vallado que delimita la llegada de la
civilización a modo de autopista. La Ap-6 corta de un tajo este maltrecho pinar
y a nuestro alrededor todavía perdura alguna leve construcción y diversas
trincheras que se pierden hacia otra pista forestal que hay más abajo. Esta es
la denominada posición Arjimiro. La posición más avanzada del ejército
nacional dentro del entorno de La Jarosa. El frente se corta por la llegada del
asfalto. Solo nos queda vislumbrar desde este sitio nuestros siguientes pasos
hacia la Cruz de los Sanatorios, el sanatorio Hispanoamericano y el escaso
resto de los depósitos de agua. La continuación del frente de guerra termina en
el citado km 51 donde una placa nos recuerda otro suceso por ver más adelante.