24 de marzo de 2015

V Media maratón cervantina

A la tercera va la vencida. O eso se suele citar al coincidir en número las veces que previamente se había errado. A pesar de acabar muy contento en las anteriores pruebas de este 2015, en ninguna de ellas había logrado cumplir ciertos propósitos que yo mismo me había fijado. Hasta que en está, V edición de la media cervantina, he logrado bajar de la 1:40 en la distancia de media maratón, cumpliendo así un pequeño reto personal que recompense las horas dedicadas a corrotear por las calles. Con anterioridad había husmeado en blogs y webs sobre las medias que se celebran cerca de Madrid, coincidiendo en muchas de esas páginas el perfil plano de la carrera que se celebra en Alcalá de Henares. Una prueba propicia para mejorar tiempos y que se desarrolla a través de dos vueltas por las calles de esta ciudad. Sobre un plano el circuito podría identificarse con un parecido similar al de una mariposa, o a una mosca si gusta más. La salida se encuentra situada en el corazón de Alcalá, donde se extiende una de sus alas hacia el este, saliendo desde las calles más céntricas y atractivas para regresar al centro. Después la carrera se dirige hacia el oeste, extendiendo la otra ala hacia el lado contrario, para nuevamente volver al punto de inicio. Dos vueltas completas de 20 kms con el añadido del kilómetro restante en un pequeño rodeo que culmina en la plaza de Cervantes.


Salida. El corredor con dorsal 550 ganaría la prueba
Foto de Manolo Gómez Alcalá - deportealcala.es

Para la salida tenía la idea de colocarme más delante de lo normal, pero como necesitaba evacuar líquidos tardé bastante en incorporarme a la marabunta que ya ocupaba gran parte de la calle Libreros. La idea era tomarme con tranquilidad los primeros 5ks para que los corredores nos fuéramos separando y apretar en los siguientes 10ks. Ya en el 15 podría evaluar como iría de tiempos y como andaban las fuerzas para apurar los últimos kms. Estrategia creo que lo llaman, y en principio todo ha ido perfecto. Tras la salida cumplimos el primer km ligeramente por encima de los 5 minutos. Y pese al trote en manada, los corredores nos íbamos extendiendo poco a poco sobre las calles de Alcalá mientras los kms empiezan a caer por debajo del tiempo previsto. Al llegar al km 5 ya voy casi un minuto por debajo de los 25. Momento donde aprovecho para pelearme con la riñonera que se empecinaba en guardar una glucosa que obstinadamente se resistía a salir de su reducto. Una
Paso por el 10K
Foto de saraalba.com
vez consumida, empiezo a apretar poco a poco para ganar el mayor tiempo posible. En este otro extremo hay mayores virajes que en el otro lado, en especial en la avenida del Ejército, donde el aire resoplaba a sus anchas ante la escasez de elementos arquitectónicos de entidad. Como preludio del casco viejo, aparecen grandes losas de granito que sitúan a los corredores en fila india buscando evitar losas de menor tamaño y que preceden a los simpáticos adoquines de la larga recta de salida. 


Paso por el km 11 con unos 52 minutos, momento donde aprovecho para marcar vuelta en mi crono personal y calcular a ojo mis tiempos en estos últimos 10ks para lograr la marca deseada. Como se nota que soy de letras, porque mientras continuo trotanto empiezo a calcular mentalmente tiempos que no me cuadran y vuelta a empezar... Si no me fallan las fuerzas veo factible lograr bajar de la 1:40. Así que continuo con mi carrera constante, adelantando corredores y avanzando continuamente entre grupetes. De estos hay unos que llevan el logotipo de la película Los Cazafantasmas en sus camisetas y a los que me cuesta realmente alcanzar y superar. Mientras que por otro lado se observa el efecto colateral del corte de las calles en forma de atascos y vecinos esperando pacientemente con los coches. Paciencia amigos, que un día es un día.


Recta de meta
Volviendo a la carrera ya solo queda regresar de nuevo por la zona abierta del aire, y aunque sigo con fuerzas, se empieza a notar el esfuerzo acumulado. Incluso un compañero se despistó por un ruido justo cuando el asfalto se alzaba para indicar el paso de peatones. Grava elevada, corredor rodando por los suelos. Allá que íbamos, yo y otro compi, a prestar ayuda cuando el tipo se incorporó hábilmente y continuó sin mayores incidencias. Nuevamente llegamos a las losas y después a los adoquines que continúan minando estabilidades. Corcho!! Los Cazafantasmas otra vez!!! Me han adelantado o estos son otros?? Da igual, ya no soy capaz de alcanzarlos. El último km hace un par de requiebros donde el trazado recupera el sentido hacia la plaza de Cervantes. Aquí ya si que noto un bajón, donde me adelantan unos cuatro corredores antes de entrar en meta. No importa, mi cabeza ya iba celebrando que lograba bajar del tiempo propuesto, incluso pensando en que leches iba a tener que hacer para volver a mejorar la maldita MMP. Todavía no había entrado en meta y ya estaba pensando en como mejorarla en el futuro. Esto va camino de convertirse en una estúpida enfermedad egocéntrica machacona. Con lo fácil que hubiera sido celebrar el objetivo logrado como un corredor que entró justo a mi lado. Con rabia al lograr también su meta. Al final 1:37:16, según la organización que establece mi deseado récord personal.  

Por otro lado, mi crono marcaba 45:17" sobre los últimos diez mil metros. Mejor tiempo que la primera tanda pese al bajón del último km. Motivos más que suficientes para encontrarme feliz por superar esa franja temporal en mi cuarta participación en la media distancia. Felicitar en ultima instancia a la organización de la prueba y a todos los voluntarios que hacen posible que todo salga perfecto en estas carreras populares. La media cervantina queda registrada en la lista de favoritas del calendario. 

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Mi carrera en Sports Tracker
Media maratón cervantina


19 de marzo de 2015

La foto más bonita del mundo (II)

Han pasado casi tres años desde que publiqué en el blog una fotografía similar. Parecen
iguales pero evidentemente son distintas, tanto en el tiempo como en las sensaciones vividas al ser encerrados en un cuarto para poder cotillear estas mismas imágenes en vivo. Resulta curioso comparar ambos recuerdos y la asimilación de la experiencia anterior que permite disfrutar de este momento de una manera más sosegada. Como con más tranquilidad al saber como funcionan, más o menos las cosas, y poder adivinar con mayor gracejo las formas del bebé que se desarrolla dentro del vientre materno. Acá un brazo, allá una pierna. Si se repite por algo será. Y además de genero, porque viene una nueva niña que inclina definitivamente la balanza hacia el lado femenino en mi familia. 3 contra 2 porque a pesar de que Bosco tenga cuatro patas también cuenta, y esté sigue siendo mi cachorro. 

Nuevamente aprovecho mi pequeño reducto personal para felicitar a Cristina, amiga, compañera y madre. Aunque en esta ocasión me tocaba a mí hacer coincidir este post con el día de San José. Encima este año es festivo, así que toca aprovechar para besar y abrazar a mis chicas. Incluida a Chloe, que algo notará.

12 de marzo de 2015

The Strain T1

Hacia mucho tiempo que no seguía una serie por televisión, tanto que ni recuerdo cual fue la ultima. Tampoco pensaba engancharme a la serie The Strain, pero empecé a ver el primer capítulo simplemente por curiosidad, y por comparar como arrancaba Del Toro el fabuloso inicio de la novela que proyectó junto a Chuck Hogan allá por el 2009. De esta manera, llegué a la manida excusa de una cosa llevo a la otra para finalmente sumarme al carro y completar el visionado de los 13 capítulos que completan esta primera temporada. Cuya base adapta Nocturna, el primero de los tres libros que componen la obra de la Trilogía de la oscuridad. 

Niña, di aaaaa - FX
Para quien no sepa de que va la movida, solo queda resumir el inteligente concepto adulto
sobre el vampirismo que propone Guillermo Del Toro. Porque hace tiempo que este fantástico mito ha sido reinterpretado en múltiples formas. Tantas que incluso algunas dan vergüenza. Por suerte, Del Toro esta inclinado hacia propuestas más interesantes, y expone en esta obra una visión aterradora sobre la figura del vampiro. Para empezar, presenta al famoso chupasangres como el portador de una peligrosa infección que trasforma a quienes tienen la desgracia de cruzarse en su camino. The Strain se aleja algo de los míticos colmillos para mostrarnos a un monstruo que utiliza una desagradable extremidad interna para succionar e infectar a las personas a través de la sangre. Algo similar a lo que ya hizo en la película Blade II. Aunque en esta ocasión cobra protagonismo una especie de virus, donde la bacteria asesina obtiene la forma de un desagradable gusano blanco.

La serie tiene un arranque bastante atractivo con la llegada de una avión a Nueva York, donde tras aterrizar, los tripulantes no responden a las llamadas de la torre de control. Tras activar los protocolos de seguridad, un equipo de enfermedades bacteriológicas aborda el avión y comprueba que las 200 personas que viajaban a bordo se encuentran muertas, salvo cuatro supervivientes. La extraña sensación de impotencia, al no hallar las respuestas deseadas, se suma a una serie de sucesos que siguen un elaborado plan concreto. Trasladar al vampiro hacia el corazón de Manhattan, con un notable guiño al vampiro original, quien necesita de ayuda externa para sobrepasar el liquido elemento. Llega el momento del desarrollo, de la presentación de personajes, tramas paralelas y la habilidad de engatusar al espectador. El protagonismo principal recae en el jefe de enfermedades epidemiológicas, Ephraim Goodweather, quien acaparará en exceso ser la punta de lanza del amplio reparto. Sus problemas familiares junto al inevitable avance de los vampiros coparan la mayoría de los elementos dramáticos de toda la primera temporada. Vasily Fet, Nora Martínez o Gus formaran sus propias subtramas, aunque más simples y fáciles de resolver. Destacar por otro lado a Setrakian, el viejo judío quien lleva combatiendo al vampiro principal, denominado como el Amo, muchos años atrás. Y cuyos conocimientos sirven para equipararlo como a un Van Helsing moderno. 


FX
De primeras, la serie cobra fuerza gracias al inquietante inicio y al sobresalto inicial de los primeros seres transformados. La influencia zombie, se cobra su cuota al mostrarnos a unos vampiros donde la putrefacción de sus carnes originales, parecen no casar bien con la transformación de la especie. El avance de la serie decae algo en los capítulos posteriores. El supuesto plan del Amo se desarrolla a un ritmo excesivamente lento y aunque intento alejarme de mis recuerdos del libro y aparcarlos de la adaptación televisiva, no me queda otra que apuntar el desfase que se crea en estos ámbitos tan diferentes. En el libro la lenta descripción de la transformación de los supervivientes y el lógico salto entre personajes encaja a la perfección, al retener con mayor acierto la angustia que se interactua con el lector. En televisión sin embargo no funciona. La acción siempre debe llevar otro ritmo más acelerado, los problemas personales de los protagonistas ya sirven de efecto dramático, donde unas simples miradas pueden ser más visuales que el continuo parloteo de secundarios, situación que se incrementa con el desarrollo lento de la infección y que ralentiza el conjunto del relato.

Por suerte la serie levanta el vuelo justo a la mitad. Los protagonistas más o menos andan ya situados y comienzan los primeros enfrentamientos serios junto a los habituales saltos temporales que sirven para explicar el origen de la lejana lucha entre Setrakian y estas criaturas malditas. The Strain tiene la virtud de aunar diferentes géneros fantásticos con una cuidada producción. Mucha escena exterior y los habituales trabajados interiores que suele acompañar a cualquier producción yankee. Aun así, me chirría la figura del Amo. Esperaba más de un monstruo de más de dos metros que una lavada cara de látex, me recuerda en exceso al Nosferatu de Murnau. A pesar del altibajo inicial y de algunas situaciones vergonzantes, esta primera temporada de The Strain confirma los buenos pronósticos que hallé bajo las letras. Por suerte o por desgracia conozco como continua y se desarrollan las aventuras de los protagonistas. Quedará por ver si la adaptación televisiva mejora a la obra impresa.

The Strain 2014
FX
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Nocturna
Oscura
Eterna


The Strain T2

4 de marzo de 2015

Las hijas del Yang-tsê

En algunas ocasiones cuesta arrancar. Y más cuando del enjambre de palabras que rondan sobre mi cabeza hay un termino que se impone por repetición. Dolor. Palabreja esta que vuelve una y otra vez, como si necesitase esa expresión como mero resumen o sentimiento que provoca esta lectura. Este dolor nada tiene que ver con molestias o golpes físicos. Más bien está orientado hacia la emoción interna que debe sentir una madre cuando se produce una separación forzada sobre sus hijos, sobretodo si da a luz a una niña en China. De sobra conocido es el grave problema chino con el exceso de población, y la discriminatoria política hacia la mujer en el enorme país asiática. La obra de la periodista china, Xue Xinran, deambula sobre la situación de la mujer en ese país. Y en concreto en este libro, al rebuscar entre sus recuerdos la problemática de la política impuesta del hijo único y el tradicional abandono o muerte de los recién nacidos cuando estos derivan hacia el sexo femenino. 


Por situar un poco el libro, es necesario comprender y aceptar que la cultura china favorece el valor del primogénito masculino. Esta costumbre, tan natural en la historia de la humanidad, iba acompañada por beneficios en la asignación de tierras para el cultivo que permitiese subsistir a la familia. Es decir, a los varones se les incluye un mayor lote de tierras por parte del gobierno para poder explotarlas. Además estaba la fuerte creencia religiosa o tradicional del deber de mantener un clan y extender el linaje a través de los varones, pues estos eran los únicos que podían contentar a sus antepasados. Obviamente esta corriente estaba más extendida sobre el campesinado chino, cuyos altos indices de arraigo a las tradiciones se veía aumentado en las zonas más alejadas de las grandes ciudades. La política del hijo único, impuesto por el gobierno, suponía por tanto una desgracia para una familia cuyo primer alumbramiento fuese una niña. La solución practica se diluia en dos vertientes, asesinar a la recien nacida o abandonarla a su suerte. De este modo los orfanatos chinos se llenaban niñas abandonadas que con un poco de suerte lograban sobrevivir, y con algo más de fortuna ser adoptadas por otra familia. Principalmente por occidentales.

La autora de este libro recrea diez historias personales, donde por una causa u otra, ella misma formaba parte por su labor periodística o por la cruel coincidencia de la vida cotidiana. Después de destacar la figura de la mujer en China en otras obras, Xinran tuvo la necesidad de buscar respuestas hacia una frecuente pregunta que se hacen las niñas chinas adoptadas. ¿Porqué no me quiso mi mamá china? Un doloroso sentimiento que ella misma arrastra hacia su propia madre al ser educada en un tiempo donde los lazos familiares no suponían nada entre padres e hijos...no recuerdo  ni una sola ocasión en que mi madre me haya dicho que me quería, ni que me abrazara

La fuerte disciplina oriental hacia el trabajo colapsaba la natural relación que se establece entre una madre y su progenie. Sin embargo y gracias a las historias que desarrolla posteriormente, la autora nos sumerge en diversos estratos de la sociedad china dentro de la problemática que supone para las madres dar a luz a una niña. "Hay que tener un corazón de piedra para no emocionarse con este libro" destaca un titular del diario The Economist en la contraportada del libro. En realidad es tan sencillo como dejarse atrapar por los fuertes sentimientos que arrastran esas desgraciadas madres, en ocasiones incluso es necesario interrumpir la lectura porque el lector llega a interiorizar ese dolor que sufre una madre al verse obligada a deshacerse de su descendencia. Y sufrir año tras año el terrible recuerdo de las decisiones tomadas en el pasado. 

Las hijas del Yang-tsê destila emoción y congoja. No es fácil contenerse ante el sentimiento de perdida que arrastra una madre cuyo mayor merito consiste en haber abandonado a su hija para evitarla una vida desgraciada o una muerte segura.

Las mujeres chinas son las menos egoistas del mundo. Lo único que las consuelas es pensar que algún día sus hijas quizá comprendan lo mucho que las quisieron sus madres, !y que pagaron ese amor con un torrente interminable de lágrimas amargas! 
Maria Verde

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Xue Xinran
Ed Planeta - 2011

www.mothersbridge.org/dge.org/