A
veces hay que joderse con los libros Reno y su edición barata. Una
cosa es el encanto de su portada pulp
o su amplio catalogo de títulos. Pero otra bien distinta es la
cuestión del ahorro y dedicarse
apiñar el texto en un tamaño ínfimo de las letras. Porque este es el caso del libro de la entrada de hoy. Un libro con caracteres bien minúsculos para que entre mayor cantidad en un menor espacio de
papel. Una queja que además viene con la sospecha de la leyenda que
acompaña a esta colección sobre la supuesta supresión de algunos
fragmentos. De entrada, parece que vas a dejarte la vista en el papel
que con tanta tacañearía levantaba
German Plaza su
negocio. Otra opción (más evidente) era dejarlo o buscar alguna edición alternativa, pero se ve que la evidencia lógica cae frente a la cabezonería personal.
Aupada la protesta, toca valorar Las
armas miran atrás,
novela del húngaro Lajos Zilahy, cuyo
libro ha aumentado el número
de mis dioptrías. Un autor que ha ido perdiendo notoriedad con el implacable paso de
los años pese a ser una relevante figura de las letras húngaras del
siglo XX.
Los
acontecimientos posteriores se irán dando de una manera armoniosa y
sin ninguna prisa por parte de Zilahy. Sus letras tienen un aire cargado de clasicismo, como un melodrama de enjundia que mejora las típicas películas de sobremesa. El proceso de la planificación del espectáculo y la posterior vida en varias capitales europeas son descritas con un ritmo ceremonioso, pausado y con el tiempo suficiente para explayar sus textos a su antojo. En ese sentido, destaca cierta monotonía, sin riesgos en presuponer los bruscos giros que determinen el cambio que se supone deben darse en los protagonistas principales. En especial y como es lógico en la
de Tima. La señora que verá como su vida da un vuelco con su irrupción hacia el estrellato y que es descrita como una especie de alma pura y de bondad que irá
transformando la perspectiva que Balder tiene del mundo y de su
propia existencia. La relación que se establece entre ambos forma el grueso de la novela, con la perspectiva habitual de la transformación de los personajes, a ver quién transforma a quién, porque tampoco debe resultar sencillo que tu vida se trastoque al reconocimiento popular y el trasiego que ello supone.
Volviendo
a la queja inicial, esta novela de la edición Reno, alcanza unas
300 páginas. Espacio
suficiente para hilvanar la historia de manera cronológica, salvo
algunos pasajes necesarios hacia el pasado que ayuden a construir al
personaje que describa en ese momento. Sin embargo, el tiempo pasa
exageradamente sin mayores formalismos que reinterpretar acciones en
diferentes escenarios por donde deambulan los personajes principales. Una monotonía constante que es salvada por la buena mano de Zilahy pero que con el paso de las páginas pierde el interés del lector al no proponer algo que nos llame la atención. En términos generales se hecha en falta algún conflicto que ponga
en cuestión el largo desarrollo de las acciones descritas que llevan a cabo
los protagonistas. Una novela que decae hasta la simple pasividad de esperar a concluir una lectura que a ido perdiendo comba e interés según el transcurso de las páginas hacia una encrucijada que tarda demasiado tiempo en llegar. Tanto, que el desenlace apenas logra enmendar la caída general del texto.
Las armas miran atrás
Lajos Zilahy
204º - Col Reno, 1967
--------------------------------------------------
La ciudad vagabunda de Lajos Zilahy