Esta es una serie bendecida por unas circunstancias que han ganado peso con el devenir fatalista del ser humano; una producción tan pegada a la realidad que vivimos hoy día, que contiene síntomas claros de querer superarse de manera continua. Al fin y al cabo forma parte del mismo circo televisivo que parece querer retar a la ficción con la concatenación de desastres que el ser humano viene padeciendo desde el cambio de milenio. A ojo, porque seguro que había otras movidas previas. Sin embargo, mi memoria sitúa la paranoia del efecto dos mil como un punto de partida interesante. El primer fake news del que tengo recuerdo junto al contrastado y real mal de las vacas locas. Cosas de la edad.
El futuro será como Mad Max - fuente Imdb |
El colapso se estrenó en 2019, pero antes, un trío de gabachos (Bastien Ughetto, Guillaume Desjardin y Jérémy Bernard) se presentaron ante Canal + Francia con un ambicioso proyecto y a la postre vencedor, gracias a la continua desazón que engloba una serie que conecta rápidamente con una pandemia, guerras y la más interesante: una crisis mundial que golpea económicamente a tantos sectores, que hacen visible la audacia de los autores de la serie. Ni Nostradamus acertó con tanta inmediatez. A España llegó gracias al habitual buen gusto de la plataforma Filmin, aunque en estas fechas pueda verse de manera gratuita en Rtve Play hasta 2024.
La serie aúna numerosas virtudes, a destacar la corta numeración de 8 capítulos reducidos alrededor de los 20 minutos. Ideal para los perezosos de estar apegados a series con inabarcables temporadas. Y para quien todavía desconozca de qué va la vaina, El colapso propone un particular punto de vista a la caída del sistema capitalista occidental. Una especie de adelanto al gran apagón energético anunciado por algunos países del este de Europa, pero algo más a lo bestia. Sin explicar mayor motivo o suceso del origen del colapso, cada episodio expuesto avanza cronológicamente en la descomposición de nuestra sociedad desde diferentes situaciones y puntos de vista. Desde los primeros días donde se barrunta la movida hasta su imparable avance y consecuencias. Tal tragedia trastoca muchos elementos que de buenas a primeras podemos ignorar, como por ejemplo quién se encarga del mantenimiento de una central nuclear, o algo más cercano y visto en medio de la pandemia del covid, como se organiza una residencia de ancianos.
Los creadores de la serie van de vacilones, al tener el arrojo de rodar todo el capítulo en un único plano secuencia que lleva al espectador a una experiencia de inmersión y perseguir al personaje principal del episodio en su particular aventura. Porque ahí se expone el clásico, sálvese quien pueda, mientras van pasando los días y los bienes de primera necesidad van adquiriendo una importancia vital que lleva al ser humano al principio más básico de supervivencia. Otro acierto es exponer lugares tan necesarios como un supermercado o una gasolinera, allí donde la parte civilizadora cae por un mero instinto animal al constatar el desastre que se avecina por quienes abandonan los principios de convivencia. La serie también tiene su corte clasista, especulador y futurista sobre los poderosos. Aquellos que habían previsto una salida a tal circunstancia para salvar su propio culo sin ningún pudor de mirar quién se queda por detrás.
El capítulo de La isla es impecable técnicamente |
Sin duda, El colapso merece un reconocimiento mayor por ser un exponente claro de las mil formas que el ser humano tiende a querer extinguirse. Una obra mayúscula que lamentablemente parece mostrar una realidad bastante acertada y que logra que el espectador llegue a pensar qué haría si se viera en una tesitura semejante. Hay momentos que acojonan por el vivo retrato que estos tres autores han logrado realizar.
El
colapso
Les parasites, Canal + Francia
2019