30 de septiembre de 2015

XXXVI Pedestre popular de Guadarrama


Salida 2015
Foto Concejalía Deportes Guadarrama
En esta ocasión he llegado por los pelos, tanto en participar en esta carrera como en escribir esta simple entrada. La Pedestre se celebró el pasado sábado 19 de septiembre, mientras que cuatro días antes mi pequeña Chloe llegaba al mundo. Motivo más que suficiente para que diese por olvidada mi participación en la carrerita de turno.... Hasta que llegó ese mismo día. 

Como en la parte familiar iba todo un poco sobre ruedas y ante la pregunta de ciertos conocidos sobre si iba a participar en la pedestre... Puede decirse que se despertó el tonto espíritu de colocarse un trozo de papel sobre el pecho. De este modo me acerqué a la zona de salida, como a las 17 horas, para ver si quedaba algún dorsal suelto. Y de paso arrastrar a mi vecino Jhonny, natural de Gijón y habitual compadre de entrenos veraniegos para consumar mi cuarta participación consecutiva en esta prueba. 


Las carreras arrancaban con la simpática presencia de los chupetines, donde esta vez sí, Aldara pudo participar tranquilamente sin el desarreglo del año anterior. Tan contenta iba mi pequeña que se le quedó corto los 150 metros que debía recorrer. Posteriormente me las tuve que ver para frenarla en su firme intención de acompañarme en la carrera de adultos. Después llegarían las diferentes divisiones infantiles y a las 19:15 salíamos los supuestos adultos por el mismo recorrido de otras ocasiones. En principio tenía marcado el concepto interno de intentar arrancar con pausa. Algo que no sucedió, pues ya en el primer kilómetro íbamos a un ritmo de 4.40. Claro reflejo del estúpido intento de ir más rápido de lo que mis piernas me permitían. Antes de llegar a la mitad ya iba sopesando que tenía que aflojar algo para no sufrir al final, como finalmente sucedió. Y mira que estaba más claro que el agua porque después llegaría una notable flojera en la subida tras superar el puente del río, o del conocido dolor del flato en el último kilómetro. No sé donde diablos pensaba acortar ya que el ritmo medio final fue de 4.40. Seguramente la compañía de Jhonny me permitió mantener una constante que en solitario hubiera decaído, y eso que nosotros mismos íbamos hablando sobre la necesidad de ir más despacio, sobre todo el paisano, porque a mí cada vez me costaba más articular palabra. 


Capicúa familiar
Tampoco daba más de si el escaso mes de rodaje que llevaba desde agosto. En realidad me doy con un canto en los dientes por acabar con un tiempo similar al de hace dos años. Y a pesar del cansancio que me iba mermando con mejor final, ya que tuve la fortuna de volver a recorrer esos últimos metros con mi pequeña de tres años. Tan feliz iba ella con todo el gentío a su alrededor que nada más cruzar la linea de meta, surgió esa enorme sonrisa que rellena su cara para decirme. 

"Otra vez "

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Pedestre 2017

Pedestre 2014
Pedestre 2013
Pedestre 2012

17 de septiembre de 2015

Star Wars. La venganza de los Sith

Y llegó el capítulo final de la segunda trilogía galáctica para cumplir, nuevamente, con el ritual de decepción que ya habían marcado sus predecesoras. En teoría está película ha sido catalogada como la mejor de esta nueva colecta por el imaginario colectivo. Gente necesitada de asumir alguna bondad que bendiga la sinrazón de tirar el dinero en la taquilla. Pero la realidad sigue siendo triste en términos generales y no debería cegarnos el fanatismo.
Y todo por amor... - Lucasfilm Ltd.
La venganza de los Sith venía predispuesta a mejorar las críticas y a recuperar algo de la magia perdida. Y lo peor es que hay material para que la película llegase a ocupar puestos más dignos. Sobre todo si se tiene en cuenta que este capitulo tenía la misión de finiquitar la República Galáctica y mostrarnos el paso del protagonista hacia el lado oscuro. Para ello contaba con una mentalidad más violenta que atrajese las miradas de acólitos y de las nuevas generaciones, más acostumbradas al color de la sangre y a las poses molonas. Sin embargo el conjunto no logra acercarse a la maestría del original pese a un notable esfuerzo por destacar el viraje moral del denominado como el Elegido, el del equilibrio y todo eso.

El filme arranca justo donde lo había dejado la interesante serie animada. Con la invasión de los separatistas sobre Coruscant y el secuestro del canciller Palpatine por parte de Grievous, el tercer malvado que busca ubicación en la trilogía. Por otro lado, la dupla formada por Kenobi y Skywalker inicia una desesperada operación de rescate que debería servir como un excelente entrante de acción. Pero nuevamente vuelve a manifestarse el carente sentido del ritmo de George Lucas, el cual es incapaz de coordinar una obvia tensión de dificultad hacia el prolongado rescate que llegase a culminar con el enfrentamiento entre los Jedis y el malogrado conde Dooku. Al ejercicio del más difícil todavía le falta intensidad, emoción y ritmo. Sobre todo ritmo que suele romper la poca gracia que desprende R2D2 al otro lado de la línea. Por mucho que lo haya intentado, Lucas no ha sabido encajar la línea cómica que haga más llevadero el peso del relato. Porque para ello se necesita algo tan simple como carisma, o un gamberro. Han Solo es demasiado obvio pero también se puede señalar a alguien como a Lando Calrissian, el gerifalte de una explotación de minas que esconde su falsa sonrisa de anfitrión, en El imperio contraataca, de un modo tan natural que enseguida es capaz de camelarse al droide dorado. Se echa en falta ese personaje que suele aportar cierto toque de pillería y cuya búsqueda inicial fue la vil creación de Jar Jar Binks.
Mírame a la cara niñooo¡¡¡ - Lucasfilm Ltd.
Un problema de esta segunda trilogía que todo es demasiado solemne, y a sus protagonistas no les queda otra que adherirse a la seriedad imperante de participar en un proyecto que es visto como algo más que una película. Empezando por el protagonista principal, un mejorado Hayden Christensen en cuanto a interpretación, gracias a un mayor número de secuencias de acción donde impera el físico y la coreografía, mientras que para el resto logra mantener el tipo y algo mejora frente al filme anterior. Ewan McGregor sigue una línea correcta sin mayor pasión que la de querer acabar su paso por la saga galáctica y cobrar el correspondiente cheque. La vertiente femenina de Natalie Portman se ve desplazada al escaparate de ama de casa que espera el regreso de su pareja, lejos de la feroz heroína de La amenaza fantasma que posiblemente le daría un par de buenos sopapos a su correspondiente cónyuge viendo la que esta liando. 

Curiosamente la película consigue ganar enteros cuando se detiene la acción y se exponen los diferentes puntos de vista de los protagonistas en parte más intima. Los demonios internos de su protagonista al verse rodeado de preocupaciones y conspiraciones. Destaca por fin el elaborado complot del canciller frente a las tardías sospechas de los Jedis, donde ambos frentes encuentran a la perfecta marioneta para lograr sacar partido a sus intereses. La ventaja del lord Sith es tan simple como acercarse e interactuar con la pieza clave para ofrecer mejor su negocio. A pesar de no terminar de convencerme, se reconoce la desazón del protagonista ante una perspectiva de que haga lo que haga será una elección dolorosa para todas las partes. Después de arrastrar tanta negatividad surge este hermoso boquete donde se cuela algo positivo que coincide con un paréntesis de la acción, que deja paso libre al espacio dramático donde se ejercita el cambio de roles del protagonista. Una vez tapado el agujero, toca volver a sacar el palo, porque Christensen vuelve a fracasar en el momento en que debe arrodillarse hacia su destino. Solo en el enfrentamiento final con Kenobi encuentro algo lógico el viraje de su conducta hacia una borrachera de muerte y destrucción, donde a Lucas se le olvida suministrar alguna línea de ayuda, duda o arrepentimiento que haga más creíble el camino escogido más que unos leves lloros. Tanta dramaturgia griega perdida en el capitulo que debería haber sido un esplendido colofón. 

Habla, James - Lucasfilm Ltd.
Finalmente concluye la trilogía con una excesiva planificación hacia los capítulos posteriores. A través de un pausado epilogo que muestra la figura de Vader, la estrella de la muerte, el tío Ben... incluso los wookies han gruñido su testimonial presencia contra el abuso del tabaco por parte de Grievous. Otro malvado que aparentaba mejores condiciones en la serie de animación y que resulta ser tan maltratado como desaprovechado.

La venganza de los Sith 2005
George Lucas 

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10 de septiembre de 2015

La casilla de Guadarrama

El hallazgo de unas memorias sobre la guerra civil española, permite a Carmen Delia Díaz construir su primera novela con ciertos tintes autobiográficos. Principalmente porque esos escritos fueron hechos por su propio abuelo, cuando marchó para Madrid desde Ribadeo a ganarse la vida en los tiempos previos a la trágica contienda. A partir de esos primeros relatos, se asienta la base novelera, donde la joven protagonista del libro descubre los primeros pasos de su abuelo César, el hermano de esté, Manolo y la figura de una misteriosa mujer cuyo nombre aparece incompleto por las calles de la capital de España. Un país en estado de ebullición, y que saltaría un 18 de julio de 1936 en forma de alzamiento militar. Fecha importante también en las vidas de los tres protagonistas de las memorias, ya que se verán empujadas a separarse para dar paso a los primeros misterios a resolver en la novela. Ese momento álgido de la historia, es el que aprovecha la autora para iniciar su particular investigación sobre lo escrito por su abuelo, a través de esta novela que se acoge a la entretenida fórmula de los secretos ocultos y las medias verdades.


La casilla y el libro
En principio, la trama discurre por la serena vida cotidiana de la protagonista, quien emocionada tras el hallazgo de los mencionados papeles, nos va introduciendo en paralelo las vivencias de César y los inicios de la guerra. Un testimonio de gran valor histórico sobre los pormenores de una estúpida guerra contada en primera persona. Donde se cita tanto a los improvisados soldados que solo piensan en regresar a sus hogares, hasta los fanáticos ideólogos de turno, que no dudaban en amenazar con ejecutar a cualquiera que se atreviese a cruzarse en su camino. La querencia de buscar cobijo en el nido familiar, empuja a César hasta la sierra de Guadarrama. En concreto, a uno de los primeros frentes de guerra que se produjo en la guerra civil, donde las fuerzas llegadas desde las sublevadas ciudades castellanas luchaban contra las milicias republicanas en el puerto de El León, con la idea de conquistar este punto para llegar rápidamente hasta Madrid. Pero la fiereza de los combates desembocó en unas primeras semanas de cruentas batallas por hacerse con el control de ese estratégico paso de montaña. Ahí fue a desembocar el bueno de César, en su inútil intento de regresar cuanto antes a Galicia. Y de ahí nace también el título de la obra, La casilla de Guadarrama. Que no es otra cosa que el edificio destinado antaño como casilla de los peones camineros. Construcción que acogía a los trabajadores que se ocupaban por en el buen mantenimiento de las carreteras, y en donde César, también se ocupaba de remendar grietas, solo que estas estaban alojadas en las carnes de los soldados.

Estos primeros compases trágicos sustentan la base ficticia de la trama. Destacando el drama familiar por la separación de los hermanos al inicio de la guerra y la desconocida figura femenina como aliciente de los amores truncados. Con este material, la escritora se lanza a construir su propia ficción sobre los hechos acontecidos anteriormente a través de una entretenida búsqueda personal de los lugares y de las personas descritas en las memorias. Todo ello bajo un claro prisma autobiográfico que realza la sensación de veracidad sobre una joven que intenta atar pequeños cabos sueltos de sus antepasados. Gracias a este punto de partida avanza el contexto del libro, que necesariamente extiende sus hilos hacia una nueva afloración de preguntas que nos dirigen hacia la búsqueda de respuestas. La concienzuda investigación tiene un par de problemas. En primer lugar la facilidad con que la protagonista obtiene la ayuda y el beneplácito de un buen cumulo de personajes (las mujeres de la cerería, el sastre, la enfermera María...), arrastrando la terrible sensación de que todo marcha bien rodado sin que surjan las obligadas complicaciones que enriquezcan el esfuerzo que se está realizando y de rebote el relato. Un segundo problema aparece por el afán viajero de los protagonistas, y que se extiende por algunas ciudades extranjeras tras la búsqueda de unas ilustraciones fantasmas que tampoco llegan a resolver gran cosa. Salvo caer en la trampa de un método repetitivo que deriva en los vaivenes del low cost. La ficción avanza hacia un desenlace soñado, simple y fácil de deducir. Nada que ver con el interés que despiertan las correrías de César, protagonista secundario al que le sucedieron unas aventuras tristemente ligadas a la realidad y en buena medida con mayor atractivo.



Este es el practicante del puesto, dijo el capitán señalando a mi abuelo.
Hay que quitar ese puesto de ahí -dijo él- dónde se ha visto un puesto de socorro por delante de la infantería.


La casilla de Guadarrama
Autoedición
Carmen Delia Díaz Garcia-Fuentes