14 de agosto de 2024

Manaos

Hace unos años tuve la suerte de grabar una entrevista personalizada a Alberto Vázquez-Figueroa. Curioso personaje cuya biografía daría para una entretenida lectura por su faceta de periodista, inventor, trotamundos y colaboraciones en el cine. La charla se alargó de manera gratificante gracias a un rosario de anécdotas que recorría parte de su vida, tanto personal como su labor principal dedicada a la escritura; y alguna que otra patente hidráulica con la que lleva peleando varios años. A veces merece la pena escuchar cómo era la generación precedente y si encima el narrador tiene chispa para contar historias, la cosa mejora. Por supuesto, conviene señalar que es un fervoroso escritor, pues cuenta con una amplia creación literaria (su obra supera el centenar de novelas) donde todavía anda activo. De hecho, sale a libro por año, y recientemente acaba de ser publicada su última novela: La gran sequía.

Para la entrevista llevé uno de mis libros Reno para que me lo dedicase: Manaos; del cual él mismo autor nos confesó que era una de las que estaba más satisfecho. Seguramente por ello (esto ya es cosa mía) se aventuró a trasladarla al cine con él mismo en la dirección. El resultado puede verse en youtube en V.O.

Manaos es en realidad una ciudad brasileña ubicada en el corazón del continente suramericano. Hoy día, es una importante ciudad financiera que nació a la vera del río Negro y en el centro de la mayor selva del mundo: el Amazonas. Entre 1890 y principios del XX se vivió el auge de una singular explotación comercial con el caucho, gracias a la exclusividad que proporcionaba un árbol endémico del Amazonas. Este monopolio, sirvió para que Manaos creciese de manera fulgurante y atrajese a todo tipo de personas deseosas de hacer negocio. De ahí el origen de la novela, de la amplia migración que siempre atrae el dinero y los turbios negocios que surgen alrededor. 

El protagonismo recae en un brasileño llamado Arquímedes, cuyas amplias deudas lo obligan a saldarlas trabajando en una cauchería en medio de la jungla. Y la mejor forma que tienen los empresarios para obtener mayores beneficios proviene en recortar gastos y tirar de mano de obra barata entre delincuentes, insolventes y la captura completa de tribus indígenas para su explotación. El esclavismo de toda la vida. Para que el control del negocio no decaiga, se cuenta con el látigo y el fusil de los mercenarios, los guardias contratados por una pequeña nomina de empresarios que se reparten las zonas de producción. La situación de los trabajadores no tiene muchas papeletas de cambiar, salvo que caigan enfermos o muertos por la mordedura de los simpáticos animales de la jungla. La posibilidad de una huida, en medio de la selva, se convierte en la única solución de morir dignamente y, por supuesto, en el motor de la novela. Y para que la fuga pueda darse, se conforma un curioso grupo encabezado por el protagonista; al que se suma un indio llamado Ramiro y que servirá de guía; un antiguo guardaespaldas del cacique de turno llamado Howard; y Claudia, la antigua amante del patrón, castigada como carnaza para los caucheros por engañar al jefazo con el citado Howard. 

Mi libro dedicado
Juntos emprenden una huida desesperada en medio de la jungla, con visos de tener que superar numerosas pruebas a lo largo de un extenso territorio hostil. Porque la lista puede ser bastante amplia entre los peligros naturales del entorno, los propios perseguidores y la imaginación del autor para rellenar con coherencia. Cabe destacar que la novela contiene al principio del mismo un mapa. Un detalle que me encanta como un claro indicador de situar la región que abarca, además de ayudar a situar los movimientos de los personajes y sus andanzas en el clásico libreto de aventuras. De eso versa principalmente Manaos, una enorme epopeya con toda clase de pruebas a superar con un ritmo ágil, sin necesidad de que el escritor se explaye en detalles innecesarios que rompan el continuo movimiento que propone. 

Seguramente, su intención principal es que la aventura se mantenga firme a través de diversas trabas que entretengan la lectura. Pero el libro contiene una mancha importante. Un regusto a posteriori que es un manifiesto meramente personal sobre una novela que podría haber alcanzado un mayor desarrollo que la llevase a un nivel superior. Una cosa es dejarse llevar por la voracidad de las acciones y otra bien distinta, proponer un tema más elaborado que conlleve una mayor dificultad en resolver los problemas de los protagonistas. En ocasiones es mejor perder el tiempo en proponer cómo leches los protagonistas logran superar una barrera infranqueable, saber envolver un acto concreto que eleve la grandeza de la aventura con algo de intriga, suspense y demás vainas conocidas frente la mera acumulación de acciones que se resuelven en un par de páginas. 

Un punto a favor del libro es la ausencia de cualquier atisbo de condescendencia, Vázquez-Figueroa no tiene problemas en exponer cualquier clase de violencia ni validez moral; siendo un punto importante para dar empaque a una novela de carácter adulto al querer mostrar una realidad dura y seguramente cercana a la realidad de la codiciosa explotación del caucho. Tampoco los personajes evolucionan de una manera clásica. Más bien se dedican a sobrevivir y a apuntar ciertas maneras que no terminan de cerrarse salvo en el caso del personaje principal y su particular odio al enclave que ha provocado tanto dolor y esclavitud. 
-Tendrías que vivir cien años.
 -Sería la única razón por la que valdría la pena vivirlos.

A su vez, hay que resaltar el conocimiento de la historia que propone el autor y la incursión de numerosos datos históricos que acompañan al texto sobre cómo se hacía la explotación cauchera, el alzamiento económico de la propia ciudad de Manaos y su posterior declive. Diversos datos que manifiestan el conocimiento y estudio sobre lo que se escribe. A grandes rasgos el libro cumple su función principal de entretenimiento alrededor de un hecho histórico que desconocía y del que quedo con las ganas del haber querido un mayor desarrollo que elevase aún más el listón de esta novela.

Manaos
Alberto Vázquez-Figueroa
ED GP Col Reno, 493. 1975

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