18 de diciembre de 2015

Star Wars. El retorno del Jedi

El capitulo final lleva consigo el aparatoso deseo humano de conocer el desenlace de toda la historia que se lleva viendo anteriormente. Curiosamente también suele surgir el temor y la nostalgia que crea el punto y final de las cosas que uno llega hasta amar. Del culebrón galáctico hace tiempo que ese miedo desapareció con las consabidas secuelas que amenazan con inundar este maravilloso mundo creado en 1977. Y más aun en este 18 de diciembre de 2015, señalada fecha para el estreno del VII episodio de la franquicia, donde se espera alguna mejora y justificación frente a las notables ansias recaudatorias. 
Ahora me toca a mí./es.starwars.wikia

Sin embargo, allá por 1983 se colocaba por primera vez el temido punto final, con un título clarividente que acompañaba la consolidación del regreso de la orden Jedi a través de la mecánica mano de Luke Skywalker. La película que debía cerrar la trilogía queda por debajo de sus predecesoras, más que difícil por el elevado listón que había logrado alcanzar Irvin Kershner, director que logró aportar una elevada frescura que en El retorno del Jedi no se llega a alcanzar por culpa de un ritmo irregular. Un buen ejemplo es el desangelado reencuentro del trío protagonista en la sede de la Alianza, donde C3po llega a tildar de excitante algo que parece haber sido mal rodado, ejecutado y montado. Al achaque siempre se le suele culpar al director. Richard Marquand, británico para más señas y al que debió venirsele grande la producción en algunos momentos del rodaje. El propio George Lucas tuvo que intervenir para poner algo de orden y lograr salvar los muebles. Con el paso del tiempo, la memoria colectiva de los espectadores señala también la infantil presencia de los Ewoks como un mal que perjudica el tono del filme. Aunque sea de justicia resaltar, en una misma linea infantil y personal, que sin la intervención de esos osos de peluche la Alianza no hubiera podido derrotar al Imperio. Memorable frase hecha por Marshall Eriksen en una serie americana. Tal vez el paso del tiempo ha hecho que esos mismos espectadores, incluido un servidor, hallan alcanzado una madurez que choca con el pasatiempo para toda la familia que ideo Lucas. Y de paso asociar a niños y Ewoks paravendernos más muñecos.
Morbo¡¡/theverge.com
La película puede dividirse en tres grandes bloques. El primero esta centrado en el rescate de Han Solo de las garras de Jabba el Hutt. Un cabo suelto del anterior filme que aparece representado como un estúpido plan de acumular protagonistas en la guarida del gusano gigante. Por lo menos sirve para que el espectador reconozca los avances de Luke en su dominio de la fuerza, y escribo esto sin aparente rubor por emplear tales términos prodigiosos. El segundo bloque es prácticamente el inicio de la trama principal de esta película, al desarrollar el plan que nos traslade hacia la épica batalla final. Seguramente sea la parte más floja, donde Marquand apenas logra involucrarnos en las complicaciones que aparecen en el relato o en el lento desarrollo hasta alcanzar el poblado Ewok. Por cierto, el socarrón, simpático y agradecido personaje que era Han Solo ha derivado en esta película hacia un grotesco recreído.


Finalmente la espera tiene su recompensa en la traca final, sobre todo cuando parece que el mal triunfará ante el plan ideado por el emperador. Nada mejor que el toque de corneta del séptimo de caballería por parte de los indígenas de Endor para dar un vuelco a la crítica situación de los rebeldes. Arrancan las batallas terrestres y la confrontación de las flotas alrededor de una nueva Estrella de la Muerte en el espacio, con un trepidante montaje que cambia de escenario en los momentos oportunos. Comparen con los de La amenaza fantasma y verán cual diferencia hay. Ante la masificación de personajes y naves estelares queda hábilmente descolgado un duelo en la intimidad entre Vader y Luke, con la tajante presencia del Emperador como espectador privilegiado. Un pequeño triunfo al contrastar la espectacularidad visual de los combates frente a la oculta lucha por rescatar al padre del monstruo que lo mantiene atrapado bajo el casco negro.
cinemate.com.es
El retorno del Jedi cerraba la trilogía ideada por Lucas, y que con el tiempo ha adquirido el derecho a destacar como la original, en contra de la posterior recreación de principios de siglo, como si fuera una articulación impostada del propio mito que la cultura popular ha arrastrado hasta convertirla en un acontecimiento mundial. A día de hoy queda cruzar los dedos para que el reinicio comercial del Disney no acabe por devorar este universo de ficción, porque es eso, ficción, por mucho que exista una aceptación en otros países hacia la supuesta religiosidad de la denominada como fuerza. A otros tipos de soñadores nos quedará el recuerdo y la memoria de la fuente original. 

El retorno del Jedi
Richard Marquand, 1983
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La ristra:

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