6 de julio de 2019

Hermanos de sangre

Hace 75 años y un mes del famoso desembarco de Normandía. El señalado día D. En realidad llego tarde, porque tenía previsto haber concluido el visionado de la serie para el mes anterior y explayarme tranquilamente en el blog a modo de homenaje con esta serie. Pero los tiempos se cuadran después, pasando un simple mes de la oficialidad  del  6 de junio y con todas las oficiales ceremonias que se celebraron para conmemorar tan señalada fecha. 

Hermanos de sangre  es una estupenda serie bélica y pocas cosas pueden añadirse en su origen que no se sepa ya. La redundancia proviene del director, Steven Spielberg y el actor Tom Hanks tras colaborar juntos en el filme, Salvar al soldado Ryan. Tan contentos quedaron de sus trabajos, que levantaron una nueva producción fílmica tomando como base el libro de Stephen E. Ambrose dedicado a una compañía real de paracaidistas: Band of Brothers, E Company, 506th Regiment, 101st Airborne: From Normandy to Hitler's Eagle's Nest  (New York: Simon & Schuster). Esta compañía no solo tuvo un papel primordial en la batalla de Normandia, sino que su labor continuo por el frente europeo hasta la finalización de la guerra a través de diversas batallas en  Europa.



No hay guerra sin patatal -  Home Box Office
La serie fue estrenada en el lejano septiembre de 2001. Siendo un notable éxito de audiencia desde el primer capítulo y que seguía la estela de la película citada. De hecho, podría ponerse algún pero en los primeros capítulos, allá donde los soldados reciben  el duro entrenamiento  del ejército con el clásico  instructor cabrón,  para después  pasar a  la llegada de los enfrentamientos armados. És  leve pero anda ligado a  pequeñas cosas ya vistas y a un pequeño desorden de batallas sin más. 

Pero Hermanos de sangre  contiene algo más, gracias a la extensión que otorgan los capítulos que  permiten la posibilidad de incluir más personajes y de extender el desarrollo de los mismos. Para empezar, la enorme labor de producción la convirtieron, en su día, en la más cara de la televisión. Gracias a un despliegue masivo de rodaje en escenarios naturales, reconstrucciones de pueblos y ciudades arrasadas por las armas. La II Guerra Mundial en todo su esplendor. Aunque también conviene tomar ciertas precauciones debido al amplio reparto coral. Son tantos los personajes que al principio cuesta ubicarlos. Sobretodo cuando después toca vestir la panoplia militar y se dificulta reconocer algunos rostros bajo los cascos. Con el tiempo ya todo marcha sobre ruedas.


La serie mantiene cierta cronología, salvo licencias episódicas por medio del flashback  mientras reparte el protagonismo a diferentes personajes como narradores concretos en capítulos sueltos. Y de todos ellos sobresale Richard D. Winters (Damian Lewis), quien acapara cierto protagonismo principal por su capacidad de liderazgo.

Visto desde fuera, puede darse el prejuicio de asistir a una americanada propia  a exaltar los valores yankees y su  intervención  en la gran gran guerra. Pero por suerte hace tiempo que el buen hacer se ha instalado en los creativos que optan por contar historias más reales frente a meros elementos propagandísticos. Porque dentro del espectáculo de los cañonazos, de las batallas y de las lógicas heroicidades, hay espacio para los miedos lógicos del ser humano, como ser simplemente heridos o  buscar protección al mínimo estruendo de las bombas, ese sentir que impulsa al soldado a esconderse en un agujero.  


Aparte de bombas, también hay tiempo para tirar trastos -  Home Box Office
Del mismo modo cabe resaltar el hartazgo moral hacia una guerra que hace mella en los soldados más veteranos, aquellos que celebran, como una lotería ganada, cuando son excluidos  a participar en determinadas  misiones peligrosas. Se reconoce el cansancio, el miedo y la preocupación a morir. Sobretodo cuando llevan viendo como van cayendo amigos y una simple bala perdida puede llevarse al compañero que estaba al lado. Ese trágico juego azaroso de la muerte. Qué grande es el capitulo centrado en el sitio a Bastogne.

La incorporación documental de los supervivientes a modo de introducción, sirve para ejemplificar aún más los lazos de unión que prevalecen en un grupo heterogéneo de personas. Porque la crueldad de la guerra termina por unir a esos hombres en un contexto único, envidiable desde la distancia. Por ahí andan los novatos, los soldados de reemplazo que andan deseosos de entrar en combate para poder presumir de haber contribuido al fin de la Alemania nazi. Los auténticos  hermanos de sangre han sobrevivido a la mayor de las desgracias, incluso sienten respeto y emoción cuando sus enemigos alemanes entonan su rendición con la suerte de poder seguir con vida.
 
Os merecéis una larga y feliz vida en paz
Un general alemán

Hermanos de sangre
HBO, 2001 

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