10 de enero de 2019

XL San Silvestre de Galapagar

Lo reconozco, soy un desastre con los imperdibles. Esos malditos chismes que agujerean textiles con tal de sostener un trozo de papel numerado. No sobraba el tiempo, y tirado al suelo del velódromo de Galapagar, un obstinado padre intentaba colocar el jodido dorsal a la camiseta de su hija mayor, pues se acercaba la hora de inaugurar la jornada deportiva a cargo de los prebenjamines. A pesar de los sudores y la presión infantil, la niña pudo disfrutar de su carrera y correspondiente premio endulzado, medalla incluida. Un poco más tarde tocaba el turno a los chupetines, la simpática categoría donde destacan los más pequeños y quienes destilan un enorme contraste entre sus cortas patitas frente a las sonrisas de sus caras. Medalla incluida por cierto.

Para la pequeña fue su madre quien puso orden a los imperdibles en un santiamén. Pequeño acto donde debería haber aprovechado la coyuntura para que mi pareja me colocase el dorsal correctamente. Seguramente la vergüenza derivada del orgullo, impidió sacar a relucir la triste pelusa del treintañero dispuesto a trotar por la San Silvestre de Galapagar.

Primeros compases campestres - Ayto Galapagar
Edición apropiadamente escogida por su tallaje, y que puede presumir de reunir, en todas las categorías, a unos 1100 corredores para conmemorar tan solemne cifra. Cuarenta ediciones que la colocan, sólo por detrás de la cacareada Vallecana dentro de la comunidad de Madrid. Pero sin medalla. Hacía cinco años de mi primera y última participación en esta prueba, que modificó su recorrido y distancia en dos a opciones a escoger. 10 o 6ks. La segunda era la más apropiada para el corto rodaje que llevaba. Pero ya se sabe que en épocas navideñas nos dejamos llevar por el ansía y la gula del querer más. Apartada la lógica por las ganas, quedaba apelar a la supuesta madurez para tomarse la carrera como parte de un entrenamiento rodeado de peña. Porque el 31 de diciembre también invita al jolgorio del disfraz y al buen humor. 

Tanto como poder encontrarse con algunos conocidos, como un quinto de mi aldea (Mawi) que acudía con su retoño dispuesto a completar el recorrido de los 6ks. Para la salida una pequeña nota mental para el futuro. La salida del velódromo hacia las calles se estrecha en un túnel, que supone un agradable tapón para los más retrasados; momento que podemos aprovechar para volver a saludar a familiares y vecinos. La inercia de la carrera nos lleva hacia el casco urbano, para después buscar las rebajas de las dehesas cuesta abajo. Desnivel apropiado para dejarse llevar por el empuje y las ganas del festivo ambiente carreril. Pero rápidamente viene el llamado flato en plan aguafiestas, a modo de remember del conocido ande vas? o del más claro recordatorio, no has calentadooooooo. Baste tales consejos para mitigar el ritmo y afrontar los vaivenes del recorrido con más calma. Y sabiendo que no hay medalla.


Un padre y su hija - Ayto Galapagar
El circuito nos lleva hacia la conocida colonia de La Navata, construida a la vera del río Guadarrama y sobre la ladera del monte. Lugar que permite apreciar bonitas vistas de la sierra a sus residentes. Entre las amplias parcelas circula la carrera, aprovechando bajadas y subidas para dotar de gracia al correteo. Retornar a Galapagar se hace a través de una hermosa senda (Cordel de las Suertes) que conecta con el cordel del Toril, pequeño espacio verde transformado para el disfrute de la ciudadanía. Sin mayores aspavientos contemplo la llegada al núcleo urbano y un rápido acceso al complejo deportivo del pueblo. Con un pequeño rodeo al campo de fútbol antes de afrontar el acceso final al velódromo sin mayores esfuerzos del deber cumplido. 2018 también tuvo su carrera. Yupi¡. Pero sin medalla.

Para el 19 las propuestas son más ambiciosas, pero sin ningún tipo de planificación. La idea es volver a correr en más de una carrera popular sin la presión de cumplir ningún plan o prueba determinada. A ver que tal sale el libre albedrío del azar, del ya se verá. A bote pronto podría sonar la flauta con alguna pedestre de Segovia, siempre las tengo en mente. Cumplir con alguna media por los madriles, la apetecible XL Pedestre de Guadarrama y lo que venga de rebote. Todo será añadido a esta entrada sin cuadricular en exceso. Y sin medalla.

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