Hace pocos años unos familiares de San Lorenzo
sorprendieron a la familia con unos calendarios personalizados como regalo navideño.
Nada extraordinario pues son muchas las empresas que hacen algo de negocio con
el cambio de año y seguramente se den cientos de casos. Pero a nosotros nos gustó tanto la temática del original, que
consiguió despertar la curiosidad posterior sobre que fotos habrían escogido
para rellenar los años posteriores. Ese primer calendario estaba centrado en otra
tradición familiar, la recogida de la uva en un pequeño terreno que antaño fue propiedad
de mi abuelo en Corcos del Valle. Y bien que lo tenían planeado pues lograron
retratarnos a todos en la laboriosa vendimia.
Acumulación de ejemplares Yo y Cris en 1998 |
El bache se dio en 2013, donde las tareas personales
impidieron la realización y entrega de los calendarios para el 2014. Año en
donde ha recaído a mi pareja y a mí la responsabilidad de continuar con
este pequeño detalle familiar. Como apenas hemos tenido tiempo en estos meses
finales, hemos atajado con un viaje temporal, donde vamos a colocar a todos los
implicados en sus principios como parejas. De este modo saltaremos desde los
inicios en la década de 1970 hasta nuestros días. Intentando sacar alguna
sonrisa con el lógico cambio físico.
Por lo demás solo cabe desear un buen 2015 a quien ose
pasarse por este sencillo blog.
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