7 de mayo de 2019

Buffalo´66

Han pasado dos décadas y la aureola se ha ido desvaneciendo. Algo, seguramente no sea suficiente. Pero el tiempo es una losa que pocas veces pueda levantarse si nadie insiste en ello. Vincent Gallo es un tipo peculiar, cuyo nombre arrastra cierto renombre. Un personaje con el don suficiente para labrarse un perfil acogedor entre ciertas élites y el mundo comercial. Mientras que por otro lado mantiene su pose alternativa, independiente, como una elección personal que adquieren los vendemotos ligados al artisteo bohemio. 

No me la encuentro - Imdb

Aparte de su faceta musical, Gallo venía ejerciendo de actor, donde destacaba su percha de modelo y la locuela mirada fija. A finales de los noventa debutaba como director, sumándose a la ola indie americana donde destacaban las historias de personas marginales e inadaptadas. Muy lejos del triunfalismo que exporta la sociedad americana. Ésa que suele mostrar con viviendas unifamiliares, jardín, vallas de madera y vecinos encantadores.

Buffalo´66 muestra la cara urbana, la del cemento y de la suciedad. Con una historia de perdedores y de perfil bajo. Encabezado por el acaparador Gallo, dando vida a Billy Brown, recién salido de la cárcel y obstinado en remendar su triste infancia, al buscar el cariño y reconocimiento familiar, ése del que carece y se inventa cualquier cosa para que le hagan caso. Como cualquier niño.

Y como necesita ayuda coge lo primero que pilla, como un niño. A la femina en cuestión, al otro soporte de la mesa. Porque al fin y al cabo siempre es lo mismo, una historia de amor con personajes que se necesitan y se adaptan a pesar de las dificultades. Normalmente tienen cabida las penurias que arrastra cada personaje principal, y éstas terminan por complementarse. Pero en Buffalo´66 es la mujer quien debe adaptarse al extraño entorno con el que se encuentra. Es secuestra, insultada y utilizada como comparsa. Christina Ricci da vida a Layla, en una caracterización tan virginal y noble que adquiere rápidamente la representación angelical. La elevada figura que acompaña al desasogedo Bill en su particular odisea de saldar cuentas. Como si las culpas de sus males estuvieran en el entorno en el que ha crecido, sin que él tuviera ninguna responsabilidad y encima cargue su mala ostia con quien no debe. Como su amigo Bobo.

Un clásico. Siempre hay alguien mejor - Imdb
La gracia del film consiste en como se expone el cuento, fuera de la condescendencia habitual y con la recurrencia de acercarse a un tono realista. Por ahí resalta la mirada del director novel, al romper ciertos esquemas habituales que refrescan la mirada del espectador y le valieron el reconocimiento de diversos festivales internacionales. Cabe destacar algunas licencias personales que sobresalen sobre el lento devenir de la película. Como el uso del flashback, donde se explican algunos datos del pasado o la fijación de cámara sobre alguna faceta evocadora. El canturreo del padre de Billy o el bailecito de la propia Layla en la bolera.

Sin embargo, Buffalo´66 se queda corta ante tanta mirada perdida, la letanía del niño triste que avanza a ostias sobre su pasado. Padres, amistades, exnovias... Todo le viene de frente mientras busca lo que tiene delante. Tan obvio que la mejor solución sería cumplir con el plan que tenía en mente. Y después, dejar que el tiempo reubique verdaderamente la valía de la película.
  
Buffalo´66
Vincent Gallo, 1998

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