8 de junio de 2011

Desafío total: Diversión completa

Columbia TriStar Films
Me encanta esta película y no puedo dejar de extenderme en esta entrada sin darle mi opinión personal. Para empezar hay que dar las gracias a un tipo como Paul Verhoeven, una verdadera bestia de la dirección que se instaló definitivamente en Hollywood tras el éxito comercial de Los señores del acero. Una de sus grandes obras y bajo mi parecer de las mejores cintas que retrata el medievo europeo en todas sus aristas, violenta como corresponde a una de las épocas más oscuras de la humanidad, fanatismo exacerbado de la religión católica y carnal, porque a Verhoeven le gusta la chicha y no tiene ningún problema en mostrar los instintos más bajos de las personas. Pero he volver a Desafió Total, una de las películas más divertidas del director holandés, ya habrá tiempo de rememorar su interesante filmografía.

La cinta parte de un atractivo arranque futurista a través de los sueños del personaje principal con el planeta Marte. Douglas Quaid, al que da vida Arnold Schwarzenegger, obsesionado con el planeta rojo. Después de su visita a una empresa que implanta recuerdos en la memoria de las personas, surge la duda de si el resto de la película es obra de las vacaciones pagadas a la empresa Memory Call, o si realmente Quaid es un doble agente recluido en La Tierra en medio de una conspiración por el poder en Marte. Según avanza el minutaje, el embrollo inicial da paso a una divertida película de acción donde la idea es no dejar de entretener al espectador. Todo converge en una hilera de secuencias que desarrollan el guión, del singular inicio a las necesarias premisas que sustentan la historia central, aunque en este caso se premia más la acción que la dualidad real o soñada.

Columbia TriStar Films
Nada sobra en Desafío Total, cada secuencia encaja y complementa la historia con aportaciones de toda índole y con variados ejemplos. El visor de rayos X en el metro como ejemplo del control que se somete a la sociedad en el futuro y que sirve posteriormente para potenciar el acoso que sufre el héroe. Las remarcadas miradas de la mujer de Quaid y de su compañero de trabajo que indican claramente que algo raro ocurre. La llegada del protagonista a Marte es otra de las escenas más recordadas por los efectos especiales donde Arnie intenta superar el control de llegada al planeta disfrazado de mujer. En esta misma escena se nos muestra el peligroso resultado que supone destrozar las cristaleras que mantienen separados el aire de la atmósfera marciana. La inclusión del locuaz taxista junto a un oportuno atentado terrorista como tarjeta de invitación a la situación que vive el planeta sumándose a la trama central.... Justo en este punto, la película reposa en un breve descanso con la incorporación de la protagonista femenina para nuevamente coger impulso sobre las dudas iniciales entre sueño y realidad, Verhoeven resuelve el supuesto enigma con cierta tensión y el rojizo ambiente como atenuante del nuevo correcalles que se nos avecina. Tras "divorciarse" de su mujer, el film avanza rápidamente con la furia de Richter hacia situaciones que ya conoce el espectador, la cúpula que mantiene el aire, persecución de vehículos y regreso a Venus Ville hasta la aparición estelar del terrorista Kuato. Sin duda uno de los momentos más originales de la cinta.

La resolución final se centra en el secreto que oculta Cohaagen y que Kuato desvelaba e rogaba su realización a Quaid para que Marte contenga su propia atmósfera. Obviamente se explica el dilema dual del protagonista, el contrastado plan para acabar con los terroristas y la indispensable traca final para una cinta tan espectacular como entretenida, con guiño final a través de un fundido a blanco con la posibilidad de que todo solo sea un sueño.

Columbia TriStar Films
Da gusto reencontrarse con esta película acusada por el alto uso de la violencia y lo explicito de sus imágenes. Algo habitual en el cine de Verhoeven (Robocop, StarShip Troopers...) y necesario para contar esta historia con todas la de la ley, los niños que vean Bob Esponja que también tiene tela. Desafío Total es una gran muestra de cine de entretenimiento, ese que nunca defrauda ni aunque los años pasen factura en algunos elementos desfasados de ámbito tecnológico, básicamente monitores y teclados en lugar de las más que seguras pantallas planas y táctiles actuales. Tampoco se la puede comparar con la ansiada búsqueda del denominado Blade Runner de la década de los noventa. La cinta de Riddley Scott fue vilependiada por crítica y público hasta que fue rescatada como una obra cumbre de la ciencia ficción, posteriormente se impuso la moda de seleccionar ciertas películas de genero fantástico que ocupasen su espacio en el tiempo. Días extraños en los noventa o Matrix a principios del siglo XXI. La realidad es que Desafío Total juega en otra liga, a pesar de que la sospecha entre sueño y realidad podría dar más jugo sino se hubiera inclinado la balanza hacia el espectáculo. El remake que se está preparando puede extremar esta opción y diferenciarse de este modo de la obra inicial.


Paul Verhoeven, 1990
 
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