Después de leer La traductora y dado un pequeño margen de tiempo, procedo a extirpar mi parecer sobre las nuevas aventuras de Elsa Brauman. La protagonista creada por José Gil Y Goretti Irisarri en esta segunda novela titulada, El enjambre. Elsa y su hermana Melita se encuentran huyendo de España por los sucesos vistos en el anterior libro. Pero las circunstancias extraordinarias que se dan en la Europa de 1941, sitúan a Elsa en la órbita americana para encomendarla una nueva misión: espiar a una científica alemana e intentar copiar una importante documentación que contiene un anecdótico cuaderno rojo. Nuevamente, la traductora se ve obligada a afrontar un nuevo encargo (pues el trato que le ofrecen a cambio no puede rechazarlo) en una elaborada confabulación de espías alrededor de la ciudad gallega de Vigo; pues hasta allí se dirige la prestigiosa física germana, Bertha Von Harbou, junto al susodicho cuaderno colorado donde guarda la documentación por la que suspiran las potencias mundiales.
En paralelo surge la figura de José Luis Merinero, un hombre resentido tras la guerra civil al perder a su esposa, fusilada por los rojos. Este hombre trabaja como censor del Ministerio de Propaganda y entre denuncias y cortes literarios, le cae un cargo especial: rebuscar pistas dentro de una novela autobiográfica titulada, El enjambre, cuya autora responde al nombre de Elsa Brauman. De esta forma se conjuga la obra, con dos historias paralelas condenadas a encontrarse en algún momento determinado. En parte, forma un esquema similar a la anterior novela, dando espacio a diversos protagonistas para elaborar su propia aventura y la amplia selección de secundarios que enriquecen el material propuesto por los autores.
Por supuesto, se repiten los aciertos señalados en el post del capítulo previo, gracias a la inteligencia con que se desarrolla una trama repleta de tantos giros, cambios y sorpresas, que mantendrán en vilo a los lectores a lo largo de unas trescientas páginas. Hay que reconocer que el dúo se lo curra por solventar algunas piruetas bastante llamativas. Como el memorable paseo de la protagonista por la cornisa del hotel Moderno. El clásico juego del más difícil todavía funciona en buena parte de la función, pero también hay algunos momentos donde podría citarse alguna pasada de frenada, cuando a los autores les da por acumular demasiadas cabriolas en un breve espacio de texto, en plan 13 rue del percebe, donde cada párrafo que avanza transforma el anterior y el sucesivo en otro. En una loca carrera de no dar tregua.
Sin duda, el mayor logro es el esquema del texto, con la lectura de la novela por parte del censor para ir descubriendo qué ha ocurrido con la tarea encomendada a la protagonista. Ambos personajes caminan de la mano mediante un perfil reconocible, cinematográfico, llamativo y ágil. Escasea el lento divagar de la literatura en favor de la acción, del desarrollo de la historia que transcurre entre diálogos afilados y los recurrentes cambios señalados. Una novela que propone entretenimiento a raudales, además de constantes guiños singulares. La prestigiosa científica alemana (Von Harbou) coincide con una importante escritora y guionista germana. O de concesiones personales, la acción se desarrolla en Vigo, ciudad natal de Goretti Irisarri; mientras que José Gil, alza sus loas al busto del canario Galdós o reseña el piano del político Juan Negrín en la novela.
En general, hay que resaltar el atrevimiento de El enjambre por querer superar a su predecesora, arriesga en engordar una trama con un mayor nivel de dificultad en la que participan numerosos secundarios que terminan, incluso, teniendo su propio cierre. Como la dada a una singular gallega casada con un barón nazi. Por contra, hay un acercamiento excesivo a la parodia, un llamativo caso dado en el protagonismo otorgado al Pazo de Meirás, un tramo que mira más hacia un curioso episodio de humor excéntrico, que al continuo juego de espías al que estábamos presenciando. En Madrid no me regalan nada y en cambio los gallegos... Luego dicen que son raros. Carmen Polo. Sinceramente, me choca bastante ese tramo recurrente al chiste, bufonadas hay en el resto del libro, pero no tan concentrado hacia ese momento concreto. La verdadera protagonista, Elsa Brauman, termina completando una nueva aventura que enlaza perfectamente con La traductora. La novela transforma a la timorata inicial, en una heroína que termina siendo un valor seguro con visos de concluir una trilogía recomendable.
Dónde -había musitado ella antes de entregarle la carpeta- . Deme un hilo del que tirar, señor March. Deme un lugar.
El enjambre
José Gil Romero y Goretti Irisarri
Ed Harper Collins, 2023
El enjambre
José Gil Romero y Goretti Irisarri
Ed Harper Collins, 2023
El enjambre
No hay comentarios:
Publicar un comentario