30 de abril de 2019

Camino del Cid. Vivar del Cid-Burgos

De Burgos a Alicante, y pasando por ocho provincias españolas, merodea el coqueto Camino del Cid. Un interesante trayecto que persigue los andares del famoso caballero, situado entre la leyenda, incidencias históricas y el famoso Cantar. Porque la alabanza literaria es una de las obras cumbres de la literatura peninsular de la época.

Chloe busca hormigas junto al monumento del Cid - Vivar del Cid

 La web del Camino del Cid detalla con lujo los avatares del recorrido, el nacimiento del proyecto y la turística idea promocional del mismo. Con la figura de don Rodrigo y el poema como puntos de unión. Tal como hicieran Ramón Menéndez Pidal y su esposa, María Goyri, al recorrer parte de las tierras castellanas citadas en la obra literaria. Desde entonces son miles las personas que se han lanzado hacia un peregrinaje que consta con más de mil kilómetros señalizados, y con la posibilidad de mezclar diversos medios de locomoción. Pues hasta en coche particular puede realizarse. Sin embargo, el espíritu de recorrer un camino debe ser otro, y por ahí ando empeñado, en llevar a la familia a completar tal itinerario. Contando con la particularidad de unas patitas de seis y tres años. Perro incluido. De momento cuento con la ventaja del tiempo, ya crecerán para embaucarlas el macuto.


Vivar del Cid. Todo proyecto tiene un punto de partida. Y el del Cid recae en el pueblo de Vivar, cuyas tierras vieron crecer al pequeño Rodrigo. En esta pequeña localidad se encuentra el inicio, a través de un hito colocado junto a un antiguo molino harinero, transformado posteriormente en mesón, aunque dejó de ejercer como tal hará un tiempo. El hito y el singular edificio se asientan sobre el rió Rioseras, con un puente que salva el caudal y decorado con un elaborado forjado a modo de mapa de los municipios del recorrido. Inmediatamente se llega al bonito convento del Espino y en dos pasos más, al monumento dedicado al propio Cid, asentado enfrente de un pequeño parque que hizo las delicias de las niñas. Propensas rápidamente a lanzarse por un tobogán que en atender las aburridas explicaciones de un padre hablándole al viento. Queda por ver la iglesia de San Miguel Arcángel y pasear por las calles, cuyos nombres remiten constantemente al Cid y a los personajes que rodean su figura. Y por supuesto inaugurar el casillero del salvoconducto en la coqueta y cuidada Morada del Cid.

Sotopalacios. En teoría este municipio tan cercano a Vivar anda fuera del Camino marcado. Pero la cercanía y presencia de un castillo junto a una factible ruta local, invitan a acercarse. La ruta de los molinos del Cid circunda la finca donde se encuentra el castillo, llamado de los Adelantados, el cual parece que no es accesible y tengamos que contentarnos con las vistas. Seguramente a Bosco le pareciese poco lindar junto a otro río, el Ubierna, sobre todo cuando un nuevo parque infantil ofrece mayor diversión que andar por el campo. De Sotopalacios cabe destacar la espadaña de Nuestra Señora del Acorro, el cercano rollo jurisdiccional y la fachada de un restaurante llamado Casa de los Tiros. 

Iglesia y rollo de Sotopalacios
Burgos. Capital de provincia y con apenas 10ks separada de Vivar. De la ciudad hay tantas cosas por destacar que sería injusto hacer meras menciones a la belleza que acumula entre sus calles. Sobre todo cuando la primera parada fue un centro de salud. Cosas de constipados, mocos y toses que afectaron a la benjamina. Mejor prevenir que abarcar la amplia variedad que ofrece Burgos. Siempre será más fácil volver en otra ocasión para cumplir con el tradicional callejeo. Quedan para el recuerdo las loas infantiles a la catedral, (castillo para las niñas) o la simple felicidad de merodear los amplios espacios peatonales de la urbe. Tiovivo y paseo junto al río Arlanzón incluido. Parada, sello y a esperar otros tiempos donde la familia González Vega vuelva a Tierras del Cid.

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