19 de marzo de 2018

Crematorio

Existe una cantinela que suele darse en competiciones deportivas. Normalmente citadas a coro por la hinchada del presumible equipo inferior, y que se ha convertido en todo un clásico."Si se puede, si se puede..." El mismo termino debería llevarse a la supuesta industria televisiva española. Porque si se quiere, se puede hacer una serie como Dios manda. Bien hecha, realizada, interpretada, escrita y un montón de etc´s acordes a diferentes labores de producción. Y para colmo, expuesta en una espacio de tiempo inferior a la hora. El acabose para algunas mentes que echan por tierra la malsana costumbre hispana de estirar los tiempos en sus producciones televisivas. Crematorio y su única temporada de ocho capítulos, tiene el honor de erigirse como un referente de la televisión patria, con una temática tan nuestra que aun quedan múltiples matices por explorar, como bien pudo verse por ejemplo en la película, La caja 507 de Enrique Urbizu. Temas tan nuestros como la especulación urbanística y la corrupción política. Vamos, que en España tenemos bacalao por cortar. Un paraíso donde los hermanos Cabezudo han sabido adaptar una obra literaria del escritor Rafael Chirbes, para elevar la autoestima de los espectadores con negocios bien conocidos por todos y exhibirlos de una manera por encima de lo digno.


El capo Sancho - Canal + España
La serie fue exhibida en 2011, con cercanos referentes de éxitos ligados a la HBO americana como Los Soprano, incluso el soberbio primer capitulo recuerda a la mafiosa saga El padrino, con la presentación estelar del gran patriarca, Ruben Bertomeu para mostrar como gestó parte de su imperio en pequeños saltos temporales, a la par de presentar su situación empresarial y familiar como aperitivo de los próximos episodios. Los saltos al pasado serán una constante que sirven para dotar de protagonismo a ciertos personajes por capitulo y la relación que les une a Bertomeu. José Sancho dio vida al gran gerifalte, encabezando un amplio reparto coral que abarca todos los ingredientes necesarios para dotar a la serie de los enriquecedores conflictos paralelos. Las necesarias sumas que cumplan por aupar al conjunto de Crematorio. Pero con la diferencia de no volverse locos con secundarios y temáticas eternas. Es injusto realzar solo al trabajo de Sancho, pues el resto de personajes cumplen sobradamente su parte. Incluso la constante mala leche de Alicia Borrachero, cuya figura canta un viaje similar al de Michael Corleone. La heredera que disiente del negocio familiar.

Sin embargo todo gira en torno al gran empresario, todos se alimentan de sus negocios y crecen a través de sus actos, porque él puede permitírselo a los demás. Como las sobras del plato. Habrá roces, discrepancias familiares, ambiciones y demás parafernalia, pero el mundo empieza y acaba por Bertomeu, en su afán de conquistar más dinero y más poder frente a sus pequeños actos benéficos para el resto. 


Canal + España
La serie cuenta con numerosos alicientes por discernir, cuyo arranque memorable viene dada por las clásicas torpezas que amenazan con arruinar todo un imperio. Ésas que son tan hispanas como humanas, donde el hombre torpe comete una simple imprudencia que deja el culo al aire a quienes se han enriquecido vilmente del ladrillo, de los menudeos y hasta de los muertos. Y de ahí al constante ritmo de tapar baches en los siguientes capítulos, la capacidad de Bertomeu de combatir las nuevas fugas con vueltas de tuerca y las avaricias del querer más y más en un último proyecto final. La obra cumbre de su vida, de querer sepultar con hormigón la última zona virgen de la ficticia localidad de Misent. Y para ello se emplea los sortilegios necesarios, arreglos políticos o empresariales, el uso de la fuerza bruta si es necesario o por el contrario más sigilo si se tercia. Crematorio se disfruta en pequeñas cantidades a pesar de dar por sentado que todo lo que nos rodea es tan real como la vida, al percatarnos de reconocer la sociedad que nos muestra la serie. Queda mucho por crear y mostrar de estas vergüenzas. Si se quiere, porque está seria ya ha demostrado que se puede. 

... a ti lo que te hubiera gustado, es que hubiera heredado la empresa, que pasará por encima de todo el mundo, para que la gente pudiera decir que tú hija tenía más cojones que un hombre. 
 - Y qué hay de malo en desear eso?
 Silvia y Rubén Bertomeu

Crematorio
Originales Canal +, 2011
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Los disparos del cazador de Rafael Chirbes

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