12 de noviembre de 2012

Ópera prima

El título del estreno cinematográfico de Fernando Trueba me viene a huevo para inaugurar mi nueva sección bloguera, aunque la calidad de la película apenas encaje con la medida que yo mismo deseaba. Ópera prima narra el casual encuentro a la salida del metro de opera entre el protagonista y su prima. De ahí el título de este punto de partida tan dulce e ingenuo que se propaga al resto del metraje.  

Y por supuesto 100 Pipers / Captura de pantalla
Estrenada en 1980, la película cosechó cierto éxito de taquilla e incluso algún que otro premio internacional. Este hecho que me desconcierta lleva a replantearme mi criterio y valoración sobre esta cinta. A pesar de las dudas, me reafirmo en que a fecha de 2012, Ópera prima ha envejecido bastante mal y la supuesta frescura del momento se ha diluido con el tránsito de los años. A grandes rasgos la trama versa del enamoramiento de su protagonista hacia su prima a través de las extrañas ocurrencias y pensamientos del personaje principal. Porque el resto de actores que participan en el filme son meras comparsas del acaparador Matias (Óscar Ladoire), prima incluida (Paula Molina) en un papel insustancial que no pega para nada en una supuesta mujer/estudiante independiente, más bien acompaña a la brisa que le sopla a Matias.  

A Óscar Ladoire le otorgaron la Copa Volpi por esta reinterpretación castiza de Woody Allen y como el neurótico newyorkino, el personaje de Matias es un continuo charlatán, dotado de una excelsa verborrea capaz de encadenar diferentes temas en un acelerado discurso de incoherencias que contiene alguna que otra gracia. Del resto de personajes apenas puede decirse nada porque no hay nada que decir, ni siquiera la sosa prima Violeta tiene una evolución digna de mención, tal vez citar el debut de Antonio Resines en el cine, porque Resines para bien y para mal es un gran actor encasillado en si mismo. Básicamente Ópera prima se desarrolla entre grandes secuencias teatralizadas y el continuo movimiento de la lengua protagonista como mayor activo de acción.

No me gusta puntuar o catalogar el cine con estrellitas, pero hoy no me puedo reprimir de valorar que al estreno de Trueba no llega al aprobado. Su primera película puede considerarse una cinta con cierto toque en la historia del cine español por su éxito en los años 80. Pero el tiempo pasa y en el siglo XXI la candidez de Ópera prima queda desfasada.

Ópera prima, de Fernando Trueba
1980

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