24 de noviembre de 2012

El séquito (Entourage) T4 y T5

El Dream Team
Original, brillante, fantástica, sorprendente... se me aglomeran los calificativos para describir el primer capítulo de la cuarta temporada. Un delicioso estreno de esta nueva sesión que llega a convertirse en el mejor episodio, hasta la fecha, de toda la serie. Bienvenidos a la jungla nos introduce en los entresijos del rodaje de Medellín a través del magnífico modelo de falso documental sobre la propia creación de esta película. Si en el término de la anterior temporada se comparaba este proyecto, cuasi maldito, con Apocalipsis now, este primer episodio hace realidad el caos que se cierne una grabación en la selva y un director tan especial, que las palabras excéntrico, genio y loco quedan algo nimias para describir la personalidad de Billy Walsh. Este personaje junto a Eric son los únicos reseñables en una cuarta temporada sin alma, una continuación de la anterior hacia la necesaria resolución del personal proyecto que tantos dolores de cabeza y esfuerzo ha creado Medellín.

Una vez elevado a los altares el primer capitulo, llega la valoración global de esta temporada que lamentablemente defrauda en su conjunto, no hay objetivo final aunque se nos presente la misma estructura similar, repetitivo en este caso, de las anteriores entregas en la consabida búsqueda del siguiente proyecto, Perdidos en la nubes en este caso. Este bajón se debe básicamente porque la meta sigue siendo Medellín y su paso por el festival de cine más importante del mundo: Cannes como culmen final. La trama principal se disipa en dos caminos separados que los buenos guionistas de la serie encauzan hábilmente a lo largo de esta temporada. Una temporada algo descafeinada aunque pueda disfrutarse de algunos capítulos sueltos como meros productos de entretenimiento. A estas alturas, El séquito mantiene cierta madurez, con una base solida en su estructura y en personajes. Como muestra el episodio de Follando como conejos, tan estúpido e innecesario como divertido.




Temporada 5º 

Tras el fiasco de Medellín, esta quinta temporada arranca de forma lenta hacia la redención de la estrella caída. Vincent sufre las consecuencias del estrepitoso fracaso de su arriesgada apuesta personal. Los estudios cinematográficos no están por la labor de asociar sus próximos proyectos al careto de un actor en supuesto declive. Curioso método subliminal acerca del funcionamiento de Hollywood, si te sales del circuito comercial atente a las consecuencias. Algo que representa a la perfección el super agente Ari Gold, único personaje que crece realmente frente al cuarteto protagonista. Y es que, ante los vaivenes de la estrella y su séquito, Ari se mantiene en forma, no hay duda de que es un filón para los guionistas que siguen explotando sus deslenguadas virtudes para corroborarlas, acentuando el lado paterno filial con su cliente favorito. Incluso Drama pierde punch con su estable posición en televisión.

"Quiero ver más pasión..."
El desarrollo de esta temporada es en parte compleja, poco a poco vemos como la preocupación asciende en el seno del grupo, sumando además los problemas de liquidez de Vincent. En el horizonte surge la posibilidad de recuperar el gancho perdido con un guión sobresaliente, hallado nuevamente por Eric, y una gran producción final que vemos a través de unos buenos episodios del rodaje y la colaboración estelar de Stellan Skarsgard. La grabación de la película de los bomberos es la mecha que dinamitará la serie hasta limites insospechados. Tanto que el proyecto final de esta serie, hubiera encontrado el final perfecto para el viaje de este grupo de amigos si Vince hubiera caído realmente hasta los infiernos. 
 
Lamentablemente ese final parece demasiado europeo para el orgullo yankee, y menos aun para una serie que ha sobrevivido con el lujo y la ostentación como base de su éxito. La moderación se la olvidaron en cualquier cubo de basura. Aunque ese cubo se representa positivamente en Retorno a Queens Boulevard. Un excelente capítulo final que muestra el lado humilde de nuestros personajes, relegados a la condición de la normalidad en su antiguo barrio.  

Es curioso que en esta entrada comience alabando el primer capítulo de la cuarta temporada y termine con la misma loa al episodio final de la quinta. Sin embargo todo da un vuelco inesperado, más cercano al jovial y bienintencionado espíritu americano hacia los finales felices y comieron perdices. El viaje continua para Vincent y sus chicos. Vía libre hacia más excentricidades, fiestas, mujeres, alcohol, cameos y algo de cine en el transfondo de una serie de televisión que ha perdido una enorme oportunidad de finiquitar la aventura con un desenlace puramente cinematográfico.

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El séquito T.1 y T.2
El séquito T.3
 

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