26 de marzo de 2010

Nocturna: Una novela seriada

Guillermo del Toro es una de las personas más singulares dentro del mundo cinematográfico y reconocida además por sumar una imaginación fantasiosa a sus obras. Con Nocturna, hace su estreno en la literatura al presentarnos la primera parte de una trilogía vampírica. Del Toro cuenta con la ayuda de Chuck Hogan para escribir juntos este excelente libro con chupadores de sangre en pleno siglo XXI. Tengo que destacar la persona de Hogan, ya que en muchos sitios parece que la novela es solo de Del Toro, aunque desconozco al autor norteamericano, es interesante comprobar que el orondo mexicano ha "necesitado" la colaboración de Hogan para dar rienda suelta a la tan cacareada imaginación del autor de "El Laberinto del fauno". Solo es un apunte para valorar el trabajo de Hogan, porque Del Toro ya se ha ganado el reconocimiento del público y no necesita mayor promoción o adulación.

Nocturna. Primer apunte hacia el contagio.

No hay mejor forma de empezar un libro de terror que acojonar al lector recordándole viejos temores. Como al niño que recuerda la historia del gigante Sardu que le contaba su abuela en el prologo. La ciudad de Nueva York tiene una dolorosa historia reciente y cuando un avión se sale de los parámetros normales, los temores y miedos internos aflorecen, como si el tiempo no hubiera pasado. Los autores de la novela hacen una genial entrada, un avión llega a Nueva York, un inmenso ataúd plateado trae consigo a un ser inmortal que ha traspasado fronteras y los viajeros del avión están todos muertos a excepción de cuatro supervivientes.

Del Toro y Hogan inician su trama con una exquisita descripción, cediendo la acción a los múltiples personajes que irremediablemente irán cruzándose. En este caso, la novela toma un punto de partida distribuido como por distintos capítulos, cada momento a lo suyo, iniciando subtramas y cerrándolas. Los personajes son los verdaderos protagonistas de la historia y ambos autores no tienen ningún problema en mostrarnos a estas personas con sus habituales problemas personales, incrementados a través del poderoso germen que se esta gestando y tomando el tiempo necesario con cada uno.

El protagonismo recae en Ephrain Goodweather y su equipo médico para combatir enfermedades bacteriológicas. Porque el vampirismo que se cuece, es presentado también como un virus, una enfermedad que se transmite a través de la sangre, parecido a los zombies de 28 días después. Ephraim contará con la ayuda de Abraham Setrakian, un anciano que conoce el mal que ha llegado a Nueva York al combatirlo a lo largo de su vida, la inclusión de personajes es extensa y es obligación de los lectores descubrirla, todos los personajes cuentan, en mayor o menor medida a fortalecer la historia principal y sumando sus propias historias personales al conjunto de la obra.

Nocturna se apoderó de mi tiempo y consiguió algo tan excitante como forzar la lectura hasta que la vista aguante, pocas novelas consiguen un efecto semejante. Del Toro y Hogan han logrado engatusarme, esperando la segunda y la tercera parte para completar la trilogía. A pesar de ciertas obviedades argumentales y (no puedo resistirlo) la frikada del comando antivampírico que se lleva al latino Gus, para convertirlo, esperen que me río, en una especie de guerrero... Nocturna me gustó y me convenció. Espero que Del Toro y Hogan estén afilando los colmillos y nos regalen otra obra tan entretenida como esta primera parte. Quiero sangre.         

-------------------------------------

Oscura
Eterna

The Strain T1
The Strain T2

17 de marzo de 2010

The Usual Suspects (Sospechosos habituales)

De vez en cuando uno tiene la extraña alegría de percatarse de la rapidez del tiempo y de sus pasos agigantados en nuestra vida como cuando disfruto de una revisión cinematográfica. En uno de estos grandes pasos de tiempo, en concreto hace quince años, Sospechosos habituales ganaba un par de Oscars, el guión original y Kevin Spacey el de actor de reparto. Vuelvo a disfrutar de esta gran película y me animo a llevarla a este submundo que me he creado para disfrute personal. Sospechosos habituales es una inteligente película dirigida por Brian Singer (X-Men entre otras) a partir del libreto de Christopher McQuarrie.


La cuadrilla - Polygram film productions B.V.

La idea es muy simple, un criminal es interrogado por un agente de la ley en una comisaria de Los Ángeles para esclarecer un tiroteo y la explosión de un barco. El criminal se convierte de este modo en el narrador de la historia, tanto para el agente como para los espectadores. En un principio parece ser una cinta de ladrones contra policías pero según se va avanzando, la trama se va complicando y diversos cabos sueltos empiezan a tomar forma. El criminal es Verbal Kint (Kevin Spacey) y su oponente interpretativo Chazz Palminteri dando vida al agente Kujan. La película se diluye en un principio en distintas lineas argumentales. El interrogatorio del lisiado Verbal Kint, que a su vez nos cuenta la historia desde un principio y el superviviente del barco a modo de subtrama.

Sospechosos habituales es una de las mejores películas de la década de los noventa, clasificada hace tiempo en una lista tan disparatada como indica el título de "cine de culto". Básicamente es buen cine, ese que te apetece ver de vez en cuando y queda grabado en tu memoria por alguna razón importante. En Sospechosos habituales destaca el trabajado guión, sus giros y tramas complementarias que van aumentando el interés del filme, virtudes que suman en un final tan sorprendente como inteligente.

Esta película se disfruta en su primer visionado tanto que volverla a ver ya no puede ser igual por conocer el desenlace, en parte no importa, las revisiones sirven para valorar mejor el cine que nos gusta y en Sospechosos habituales para apreciar el preciso funcionamiento de un guión que funciona como un reloj suizo, encajando piezas, mentiras y cuentos en un mágico final.